La tentativa de volver operar la envasadora de Gas Licuado de Petróleo (GLP), que explotó en la carretera San Isidro, Santo Domingo Este, mantiene enfrentados a propietarios del negocio y residentes del lugar, quienes se oponen a que sea reinstalada.
Los dueños de la envasadora contemplan abrir el negocio, pero los lugareños se oponen por el peligro que representa para la comunidad, puesto que el lugar no está apropiado para que opere un negocio de esa naturaleza.
La intención de abrir la envasadora motivó que los lugareños constituyeran una Junta de Vecinos para enfrentar la tentativa de volver a operar el negocio, lo que es apoyado por la Federación de Juntas de Vecinos de la carretera San Isidro.
La envasadora León Gas explosionó el pasado jueves 14 de mayo a las 12:30 de la madrugada y dejó al menos 18 personas heridas y tres casas destruidas. Los lesionados resultaron con quemaduras, algunos graves.
El estallido dejó, además, dos tanqueros destruidos, así como negocios y residencias vecinas afectadas. Su instalación había sido desaprobada por las autoridades en el año 2002.
La detonación destruyó parcialmente decenas de casas y establecimientos comerciales, algunos de los cuales también fueron saqueados, vehículos quemados, personas heridas y daños materiales insuperables.
También colapsó el cableado eléctrico, telefónico y de telecable, instalado en la avenida y en los sectores circundantes a la estación de gas propano.
De acuerdo a versiones de vecinos, la explosión se produjo cuando un tanquero estaba abasteciendo la envasadora, produciendo un estallido que pudo escucharse a kilómetros del lugar.
El tanquero voló e impactó la plaza comercial Eva María, ubicada frente a la distribuidora, encendiéndose al instante. La mayoría de las viviendas ubicadas en su cercanía sufrieron daños, como son el residencial Florivic, La Moneda, Amarilis y José I.