Rolando Florián Féliz , quien una vez desafió a un juez que le ordenó quitarse las gafas que tenía en una sala de audiencia , murió haciendo lo que hizo toda su vida, desafiar a la autoridad o al sistema, aunque eso le costara cárcel o la vida.
Hasta el último día de su vida, Florián insistió en demostrar lo que una vez le vociferó al juez que le ordenó quitarse los espejuelos; “ser un hombre de co….”
Según el testimonio de una de las personas que presenció los hechos ocurridos la noche del sábado en la cárcel de Najayo, el recluso fue acribillado por miembros de la seguridad del penal, a pesar de que ya estaba mal herido, cuando el capitán Lino Oscar Jiménez (La Prebenda) le dio tres balazos en la parte frontal de la celda de “los privilegiados”, situada en la parte sur del penal.
Cuenta la fuente que Florián a pesar de los tres balazos, acudió a su celda“por sus propios pies”, y salió otra vez a “pelear” y es cuando los miembros de la seguridad les hacen las demás heridas que presenta.
“Ese hombre era un animal, con tres balazos, y estaba igualito, después de eso tuvieron que darle tiros por el pecho, la espalda y todo el cuerpo. Yo creo que estaba endrogao”, comentó el informante.
Según narra, Florián tenía desde tempranas horas de la tarde en su celda a dos mujeres ( Danerys Mejía de los Santos y Yury Lora, según la Dirección Nacional de Prisiones) y en horas de la noche el coronel a cargo de la prisión acudió hasta él para reclamarse de que las damas debían salir “porque estaba pasao de hora”. La hora reglamentaria para visitas es la 6:00 de la tarde.
Florián reclamó airadamente, pero el coronel de toda forma ordenó la salida de las damas y se retiró con su tropa a la parte frontal, sin notar que el recluso le siguió con un arma blanca.
En ese instante el coronel hablaba por un teléfono celular y no se percataba de que iba ser atacado, agrega la fuente.
Narró que es el momento cuando interviene el capitán Jiménez, y trata de detenerlo con su “macana”, pero Florián le ataca con un arma blanca y le corta cerca de la boca. El hecho se produce cerca de la Casa de Guardia donde reglamentariamente se dejan las armas de fuego y donde está la de Jiménez, quien ágilmente la busca y la dispara a su atacante.
Narra luego de ser impactado por las balas penetró por sus propios pies al área de su celda a donde es seguido por la seguridad penal, pero salió nuevamente y es atacado a balazos.
Aun así, se sorprende el informante, Florián llegó vivo al hospital.
