NUEVA YORK.- Normalmente Washington Heights, o Quisqueya Heights, como suelen llamarlo, es un barrio neoyorquino agitado y bullicioso en el que la gente camina de prisa, habla en voz alta y se reéne en las esquinas para comentar sobre la vida diaria.
Uno de los temas más frecuentes es el deporte, sobre todo el béisbol, la pasión que agita el corazón de todo dominicano, eleva las pulsaciones y provoca hipertensión.
A partir de 1968 empezaron a llegar los dominicanos a Washington Heights, pero la inmigración y posterior ocupación de la zona ocurrió desde 1972.
En el 501 de la calle 183, esquina Avenida Amsterdam, nació el 27 de junio de 1975 el astro del béisbol Alex Rodriguez, quien dice orgullosamente que es latino, muy especialmente dominicano.
Rodriguez está encantado con lo mucho que le ha dado el béisbol. Y está decidido a compartir parte de su fortuna con su gente del barrio donde nació.
Rodríguez compartió este lunes con los niños y los dominicanos de su barrio Washington Heights, o simplemente (Alto Manhattan). Miguel Montás, el eficiente deportista y empresario quisqueyano, propietario del famoso restaurante El Nuevo Caridad, localizado en la Avenida St. Nicholas, esquina calle 191, llevó a Alex a este lugar y la ocasión es para recordar.
"Yo quiero hacer muchas cosas positivas para mi gente dominicana, en Washington Heights. Ahi fue donde yo nací. No puedo olvidarme de ninguna manera de mi barrio. Pronto estaré llevando ayudas, especialmente a la juventud deportiva", dijo Rodríguez.
El sensacional pelotero dice que sus pies se mantienen sobre la tierra a pesar de todo el dinero y fama que Dios le ha dado. Alex, mostrando calidad de un buen ser humano, compartió con cientos de niños beisbolistas que representan a la Caribe Béisbol League Little, y quienes celebraron lleno de júbilo la presencia del astro pelotero de los Yankees de Nueva York.
Rodríguez almorzó y compartió con los pequeños, quienes parecían que estaban cumpliendo un sueño deseado. Miguel Montás, clase a parte en poder de convocatoria, rindió un especial homenaje a Alex, por pasar a Frank Robinson en la lista de los cuadrangulares (587), y colocarse en el sexto puesto entre los mejores toleteros de las Grandes Ligas.
"Es algo histórico, especial e inolvidable que estoy viviendo en mi barrio dominicano", dijo un emocionado Alex Rodríguez, quien instruyó a los niños y jóvenes dedicar un hora a la lectura.
Citó varios ejemplos de los beneficios que brida la lectura. Dice que mejora la visión de las cosas y permite ver lo que antes nunca se había visto, brinda experiencias en mente propia, es dinamita pura para la imaginación, permite estar siempre acompañados, aunque también respeta la soledad, "nos dota de las palabras para expresar nuestros sentimientos, emociones, creencias, nos acerca cada vez más a la autocomprensión y es constructora de sociedades y de sueños, entre otras virtudes".
Miguel Montás destacó la calidad que tiene Alex como pelotero profesional y lo importante que es para la organización de los Yankees.
Señaló que Alex es una gran persona, de corazón noble y un humano que merece ser admirado y aplaudido por todos.
Hace unos años, firmó el contrato más grande de la historia con los Rancheros de Texas. Aquella vez se comprometieron a pagarle 252 millones de dolares en 10 años. Y con los Yankees volvió a fichar un gran contrato que supera esa millonaria cifra.
Claro, creyeron en su talento y en lo mucho que prometía mejorar. Hasta el momento los resultados han sido excepcionales.
Alex no ha desfraudado a nadie, aunque es el primero en decir que le pagan demasiado.
"El béisbol me lo ha dado todo. Y aprovecharé ahora para devolver parte de mi fortuna, dándole a los jóvenes menos afortunados de Washigton Heights las mismas oportunidades que a mi me cambiaron la vida", agregó.
Su madre
Alex dice que su madre Dona Lourdes Navarro ha sido su mayor inspiración. Y que las lecciones de disciplinas y entrega que le enseñó son las que le han enseñado a surgir en la vida.
"Mi madre gracias a Dios trabajó tan fuerte que es digno de destacar. Nunca me faltó nada. Ella me dio lo mejor, me mandó a las mejores escuelas y lo hizo solita", expuso, mientras la cuadra de la 191 parecía un mar humano.
Previo a la llegada de Alex Rodríguez al restaurante de los famosos (El Nuevo Caridad), ya habían desfilado los también peloteros yanquistas Curtis Granderson y Greg Colson.
Asimismo, Ray Negrón, de origen neoyorquino, pero hijo de padres puertorriqueños y un gran amigo de Miguel Montás, también fue homenajeado en el acto que condujeron los periodistas venezolanos Beto Villa y Genchy Torres, en presencia de Ricardo Ramón, representante de la SEDEFIR en esta ciudad.