Investigadores de la Universidad de Aarhus, en Dinamarca, aseguran que el riesgo de parálisis cerebral es mayor en los bebés nacidos con la ayuda de alguna técnica de fecundación ‘in vitro’, según los resultados de un estudio publicados en la revista ‘Human Reproduction’.
El estudio ha demostrado que los problemas de fertilidad de los padres no condicionan un mayor riesgo de parálisis que, sin embargo, sí era mayor en los bebés nacidos gracias a este tipo de técnicas de reproducción asistida.
Para ello, este equipo de investigadores examinó una central de datos de información médica a nivel nacional, con miles de embarazos y nacimientos, comparando las tasas de parálisis cerebral de los bebés en función de cuánto habían tardado las madres en quedarse embarazadas.
Este intervalo de tiempo se utiliza como una manera de evaluar la fertilidad ya que, si se tarda más de un año desde que se inicia la búsqueda del bebé, puede implicar algún tipo de problema, aunque no tan grave como para impedir el embarazo.
Sin embargo, cuando los datos de los niños que se "engendraron rápidamente" fueron comparados con aquellos que se demoraron más de un año, no hubo diferencia significativa en la tasa de parálisis cerebral.
En cambio, al analizar un grupo de bebés nacidos después de una fertilización ‘in vitro’ o de una inseminación artificial, se observó que estos presentaban cerca del doble del riesgo de parálisis cerebral, en comparación con aquellos padres que lograron engendrar rápidamente.
El riesgo promedio no era alto, aproximadamente de uno por cada 176 bebés nacidos, aunque la cifra representa una cantidad significativa si se tiene en cuenta que, por ejemplo, en Reino Unido nacen cada año unos 12.000 bebés gracias a técnicas.
El doctor Jin Liang Zhu, quien lideró el estudio, ha asegurado a la BBC, en declaraciones recogidas por Europa Press, que esta investigación ha permitido "examinar si la baja fertilidad sin tratamiento, medida por el tiempo que ésta se demoró hasta el embarazo, podría ser la razón para un mayor riesgo de parálisis cerebral después de las técnicas señaladas".
"Nuestro resultados demostraron que no era el caso ya que, incluso para las parejas a las que les costó más de un año fecundar, no hubo un aumento del riesgo estadísticamente significativo", ha asegurado este experto.
El investigador también afirma que los padres deben recordar que el aumento del riesgo continúa siendo muy bajo. El otro factor sospechoso en el aumento de la parálisis cerebral lo constituyen los embarazos múltiples, los que acarrean una mayor cantidad de problemas tanto para la madre como para los bebés, e implican "muy frecuentemente" un nacimiento prematuro.