Samaná.- Si a los bomberos de esa ciudad turística lo llamaran por una emergencia de incendio, sus 17 agentes activos y 10 voluntarios, irían sofocándolo con cubetas en lo que llegan las unidades de Sánchez, que está a 34 kilómetros o de Las Terrenas, a unos 36 kilómetros de distancia.
Sin embargo, el servicio telefónico no funcionó cuando DominicanosHoy.com estaba en el local y un radio de frecuencias había sido reparado días atrás. También el único camión de que disponen está averiado, al igual que la única ambulancia y el vehículo patrullero.
La primera planta del local que los aloja parece ruinas y un segundo nivel sin terminar. Sólo una joven bombera estaba presente, y porque también hace las veces de secretaria, ni el coronel jefe de los bomberos se encontraba en el lugar.
El local del cuerpo de bomberos de Samaná está ubicado al norte de la ciudad, en plena zona turística. Lleva por nombre coronel Amadeo Grandel R. y fue fundado el 22 de mayo de 1909.
El área que lo bordea es utilizada como parqueo de vehículos privados, depósito de chatarras de particulares y tierra de la empresa Odebret. El baño no está en condiciones, un cuarto de dormir con viejos colchones y otro lleno de hierros y piezas viejas.
Después de mucho esperar llegó en un motor el jefe del cuerpo de bomberos, coronel Marcio Rafael Sirett. A seguidas comenzó habló de la situación critica en que se desenvuelven y su confianza en las atenciones que pueda dispensarle el nuevo síndico, Miguel Bezi.
Dijo que Bezi, que de hecho fue quien construyó el primer nivel cuando era gobernador, prometió terminar la segunda planta y equiparlos. Sirett agregó que los pocos equipos con que cuenta se los entregó Hipólito Mejía en el 2001.
Sostuvo que las piezas dañadas del camión fueron enviadas a Santiago y Santo Domingo. Es la segunda ocasión en que Sirett ocupa la jefatura del cuerpo de bomberos de Samaná, al que entró a formar parte en 1984.
Manifestó que ante cualquier llamado de incendio en estos momentos él y sus agentes no tienen otra alternativa que llamar las unidades de Sánchez y Las Terrenas, y en lo que llegan irse desenvolviendo con cubetas.
“Nuestra situación es crítica, porque tenemos un camión que aún estando bueno no podemos apagar un incendio de gran magnitud, ya que su capacidad es de 1,225 galones de agua”, precisó Sirett, quien lamentó que los empresarios sean poco colaboradores.
Sostuvo que este año el cuerpo de bomberos de Samaná ha enfrentado seis incendios, “hemos sofocado algunos y otros no. Además, ese camión, que tiene con nosotros ocho años, no es para zonas montañosas como esta”.
Según Sirett, todavía están a la espera de una respuesta del Ministerio de Interior y Policía, a quien le pidieron un camión. Mostró el listado de los bomberos activos que cobran, no más de RD$2,000, con ayuda de lo que recaudan del parqueo.
“El ayuntamiento hasta ahora paga unos cinco bomberos, el nuevo alcalde promete 10 y el otro dinero sale del parque que hemos improvisado en los alrededores del local. No tenemos ni seguro médico, lo seguro que tenemos es la muerte”, declaró.
Agregó que los bomberos activos han tenido que dedicarse a otras actividades para poder llevar a su casa el sustento diario. Los denominados voluntarios no reciben un peso por el servicio. Les falta hasta la vestimenta con la que deben protegerse de los siniestros.
Los recursos con los que se manejan siempre son pírricos, porque los cabildos lo asignan a su discreción. El desinterés de esos socorristas, por la indiferencia de las autoridades, no les motiva hacer guardia en el local.
Informes dan cuenta de que el Estado dominicano aporta unos RD$136 millones a los bomberos, en la capital dominicana se quedan RD$121 millones y el resto es distribuido en las restantes 30 provincias del país.