El Seybo.- La policía y un hacendado lograron capturar a dos de cuatro cuatreros que robaban el ganado en fincas y cargaban en una yipeta, entre ellos a un sargento mayor de la institución, que fue herido a cartuchazos, hecho registrado en la comunidad de Cibahuete, a 15 kilómetros al oeste de El Seibo.
Los apresados fueron identificados como el sargento mayor de la policía, Alfredo Pacheco Cabrera, 33, años y Abraham Heriberto Cedeño, 40 años, ambos residentes en Higüey.
Los cacos fueron apresados en medio de un enfrentamiento a tiros en la finca del hacendado Domingo Laureano con dos vacas maniatadas y amordazadas dentro de una yipeta, a la cual le quitaron los asientos interiores para ese fin.
El sargento mayor de la policía, Alfredo Pacheco Cabrera, tocó la peor parte en el enfrentamiento a tiros, ya que fue herido en glúteo, brazos y piernas por municiones de cartucho de escopeta. Las vacas alcanzaron de los disparos.
El herido fue llevado al hospital Leopoldo Martínez de Hato Mayor y referido al hospital regional, Antonio Musa, en San Pedro de Macorís.
Domingo Laureano, propietario de la hacienda donde fueron sorprendido los cuatreros, reveló que ya los individuos le habían llevado unas 10 vacas lechera y que se puso en acecho, hasta que anoche logró capturar dos, escapando otros dos.
Los individuos penetraron a la finca de Laureano en una yipeta deshabitada de asientos interiores, acción que se toma para transitar por las ciudades sin levantar sospechas de que viajan delincuentes.
La yipeta que sufrió una volcadura cuado trataban de escapar en medio del fuego cruzado era una montero Mishubischi, placa G-002032. Más de 20 impactos de balas y cartuchazos recibieron la yipeta.
El coronel Bartolo Gil Melo, quien se puso al frente de las investigaciones, fue al lugar donde se produjo en enfrentamiento y para sorpresa de él, observó que las vacas estaban maniatadas y amordazadas para que no berriaran mientras eran conducidas a Higüey, donde los cacos vendían a otros ganaderos los animales.
Los delincuentes utilizaron escopetas y revólveres para enfrentar la patrulla y cuatro hombres que había puesto al acecho el hacendado Domingo Laureano. Llegaron a la finca en la yipeta y una motocicleta Suzuki AX100, que dejaron abandonada.
Ganaderos de El Seibo y Hato Mayor venían denunciando que sus animales se estaban desapareciendo de sus fincas como por arte de magia.
Se presume que los apresados forman parte de una poderosa banda de robos de ganados, que ahora utilizan como forma de evadir la persecución policial y militar yipetas para transportar las reses hurtadas.
Dos que lograron escapar en medio del tiroteo son buscados en bosques y riberas de ríos de la comunidad de Cibahuete.