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Brisas del Este lucha por derecho a la vivienda

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Desesperación y angustia reflejan los rostros de las decenas de familias que habitan en el sector del Alto Brisas del Este, ante una nueva amenaza de desalojo del Ayuntamiento de Santo Domingo Este.
 
Durante una visita de este multimedios a la localidad, un grupo de madres manifestó que sienten impotencia, tristeza, rabia y dolor: conceptos que brotaron desde lo más profundo de sus sentimientos para describir el sufrimiento vivido desde el pasado cuatro de mayo, cuando fueron desalojadas y destruidas sus viviendas por la alcaldía de Santo Domingo Este.
 
Para las 50 familias que habitan desde hace más de una década en los predios de la avenida Ecológica, el cuatro de mayo del presente año, será una fecha difícil de olvidar y triste de recordar, debido a que mucho trabajo, sacrificios y esfuerzos fueron derribados “en un abrir y cerrar de ojos”, como dice la expresión popular.
 
Altagracia Vásquez, madre de dos hijos, con lágrimas en sus ojos, narraba la experiencia vivida cuando guardias y empleados del Ayuntamiento de Santo Domingo Este, con maquinarias pesadas, demolieron sus hogares.
 
Vásquez relató que el dolor fue doble, ya que solo faltaban siete días para que se conmemorara un año del fallecimiento de su hija: “la destrucción de mi hogar acabó de matarme, porque no tenía fuerzas para seguir adelante con tanto sufrimiento”.
 
De su lado, Cleivi Linares Sánchez, trabajadora doméstica y madre de tres hijos, expresó que ni los niños fueron tomados en cuenta al momento de realizar la devastación, ya que varios salieron lesionados, cuando se aferraron a las paredes de sus casas para evitar que las derribaran.
 
Sánchez manifestó que los infantes se encuentran sumergidos en un trauma psicológico, debido a que se levantan en horas de la madrugada para preguntar si los guardias volverán a derrumbar el sitio que nuevamente han reconstruido.
 
Esta situación, unida a las precariedades de la barriada, han sumido en la angustia a los habitantes e incrementado su estado de pobreza, al punto de verse obligados a dormir toda una familia en una sola habitación.
 
Quienes habitan en Alto de Brisas del Este sienten el temor de un nuevo desalojo, ya que han vuelto a erigir sus humildes techos de manera contestataria y por el derecho que tiene cada ser humano a la vivienda.
 
Justificaciones
 
Según las autoridades de la alcaldía de Santo Domingo Este, las casas derribadas por ellos se hallan en una zona protegida; pero, a menos de 500 metros del farallón donde están ubicadas, se encuentran grandes centros comerciales que no han corrido la misma suerte.
 
A pesar de que Alto de Brisas del Este tiene más de 13 años de fundada, en ese tiempo ningún gobernante, ni alcalde alguno, se han interesado en solucionar las dificultades básicas de la sufrida barriada.
 
Las calles, como caminos rurales, reflejan la ausencia de un síndico responsable del bienestar de la población. Otra dificultad de la comunidad es la de tener que enviar a los infantes a la escuela, a una distancia de un kilómetro aproximadamente.
 
A todo lo anterior hay que añadir la manera en los caminos quedan anegados por el lodo cuando llueve; además, la ausencia de aceras y filtrantes provoca que los charcos de agua permanezcan por mucho tiempo, lo que inminentemente desata la reproducción de mosquitos y con ellos las enfermedades.
 
Encima, la falta de empleos sustenta la vagancia de una población juvenil deseosa de trabajar para realizar sus sueños y satisfacer sus propias necesidades.
 
Soluciones
 
Los munícipes de Alto Brisa del Este trabajan en tres propuestas para ser presentadas a los regidores de la sala capitular del Ayuntamiento Santo Domingo Este, con el objetivo de buscar una salida salomónica al conflicto entre las autoridades y la comunidad.
 
En verdad, una de las principales causas del gran cordón de miseria existente a ambos lados y largo de las riberas del río Osama e Isabela, en la capital dominicana, es fruto en gran parte del despojo de miles de tareas de tierras, que desde el pasado siglo han sufrido hombres y mujeres del campo en las diferentes provincias del país.
 
El saqueo de la tierra por parte de sectores poderosos, en complicidad con funcionarios de los distintos gobiernos que han dirigido la nación, ha provocado la expansión de esa pobreza que se percibe al transitar por los puentes que unen al Distrito Nacional con las provincias del gran Santo Domingo.

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