La provincia de San José de Ocoa está aislada por tierra, debido a los deslizamientos en la carretera que va hasta el Cruce de Ocoa, mientras que el puente que conduce a Sabana Larga perdió los aproches a ambos lados, impidiendo el paso a las zonas rurales y al Cibao.
En toda la provincia hay cientos de refugiados, casas derrumbadas y poblados inundados. La carretera está cortada en La Vuelta de la Paloma, a 4 kilómetros de la ciudad y próximo al poblado de Los Ranchitos, por la crecida de Arroyo Blanco.
Los mayores daños los presenta el barrio San Rafael, donde el arroyo Guachupita inundó decenas de casas y luego rompió la carretera Ocoa-Sabana Larga.
Decenas de familias fueron refugiadas en casas más seguras y esperan alimentos. El poblado de Sabana Larga se encuentra inundado por el arroyo Las Vacas, que corre por las calles, dejando a decenas de familias sin techo.
Los apartamentos que entregó el gobierno recientemente estaban siendo desalojados y la gente se trasladaba hacia las escuelas en camiones, donde brigadas de la Defensa Civil abrieron los planteles para refugiar a los damnificados.
En Rancho Arriba, el río Banilejo inundó y destruyó un vivero de una empresa cafetalera, así como afectó el área del Destacamento de la Policía y las casas próximas.
En el poblado Arroyo Caña colapsó el puente de Juan Luis, dejando aislado el sector La Vigía, mientras que en Comedero todas las familias tuvieron que ser evacuadas por la inundación.
La carretera Ocoa-Rancho Arriba está cortada en al menos cinco puntos: Cruce del barrio San Luis, puente del río Ocoa, un derrumbe próximo a Las Avispas, otro en La Bocaina y desbordamiento del río Banilejo.
Desde las primeras horas de la mañana brigadas de la Defensa Civil, en coordinación con voluntarios de la empresa Barrick Pueblo Viejo y la Unidad de Rescate Ocoeña (UROCO), realizaban labores de rescate y asistencia con raciones de alimentos.
