País cuenta solo con 10 camas para quemados graves

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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Pese a una marcada deficiencia de camas y equipos especializados para asistir a los afectados por quemaduras graves, la Unidad de Quemados del Hospital Luis Eduardo Aybar  (Morgan), atiende con prontitud y calidad a todos los ingresados por esta causa.
 
Al año, la Unidad recibe un promedio de 280 personas con quemaduras intensas, o de cuidado crítico, quienes requieren internamientos y para lo cual solo cuentan con 10 camas, situación que crea inconvenientes en el desempeño asistencial.
 
Pero, gracias al ejercicio intrahospitalario, doctores y  equipo paramédico logran salir adelante y dar una respuesta favorable a todos los casos graves que reciben.
 
El director de la Unidad, doctor Enrique Jiménez Then, explicó que tienen una propuesta para que la institución sea dotada de al menos 10 camas más, con lo que considera podrán ofrecer  una mejor asistencia.
 
El módulo del Aybar es el único que existe en el país para el tratamiento de personas adultas que resultan con quemaduras severas.  En la actualidad se instala una unidad igual en el hospital Ney Arias Lora, que contará con más de cinco camas.
 
Además de los 280 quemados críticos, cifra que podría tener un rango de entre 270 a 310 afectados, la Unidad atiende al año entre 2,500 a 3,500  personas con quemaduras leves, los cuales reciben asistencia ambulatoria.
Luego de ingresados, el hospital verifica una tasa de mortalidad de un 28%, lo que significa que al menos 75 personas fallecen por esta causa al año. El doctor Jiménez Then aclara que la gran mayoría muere antes de llegar a los centros hospitalarios.
 
Según datos ofrecidos por el galeno, en el país se registran al año unas 30,000 personas con quemaduras de distintas índoles, de las que solo alrededor de 3,000 a 3,500 llegan a los hospitales. De esta cantidad en la Unidad de Quemados del Morgan reciben 280, que son lo que se ingresan o se hospitalizan, el resto va al área de curas.
 
Los 280 que entran a la unidad de cuidado crítico tienen un promedio de quemaduras de un 48% de la superficie corporal, lo que amerita un internamiento de más de 25 días, si no se presentan complicaciones.
 
De los casos registrados, un 35% corresponde a quemaduras por electricidad, cifra que convierte la República Dominicana en el único país del mundo que está recibiendo este porcentaje de pacientes por descarga. Le sigue China que reporta un 11%.
 
De acuerdo al especialista, el alto porcentaje de quemados por descargas eléctricas es por el deficientemente servicio de luz,  las instalaciones indebidas e ilegales y el descuido de las familias con los niños y los enchufes.
 
Igualmente, cerca de un 32% de los casos restantes son por flamas de tanques de gas, ocasionadas por el mal manejo de estos. Dichas quemaduras se incrementan en los meses de julio y diciembre, en el primero por las altas temperaturas y en el segundo por el sobre uso.
 
La mayoría de los tanques de gas no están bien colocados y son muy pocos los hogares que los instalan a 5 metros de la estufa, como manda el reglamento, por cuya situación el país es el único del mundo que está reportando accidentes ocasionados por gas en las casas.
 
Puesto que en diciembre se agregan accidentados por mal manejo de los fuegos artificiales, sobre todo en los niños, el doctor Jiménez Then aconseja que lo ideal sea evitar accidentes con estos artefactos y que deban ser los padres quienes los manejen, no los niños.
 
El especialista sostuvo que las lesiones por quemaduras marcan grandemente a los menores y sus familias, ya que le crea un trauma imborrable. Mayormente al manipular los fuegos artificiales los menores reciben laceraciones en las manos, la cara y los glúteos, que en los infantes dejan cicatriz perenne.
 
Sobre las quemaduras por flamas y electricidad, el doctor Enrique Jiménez Then insistió en que las familias deben poner más control en el manejo de los tanques de gas y las instalaciones eléctricas. Dijo que están evaluando la posibilidad de realizar un programa de educación intensivo a través de los medios de comunicación, para que la gente tome más precauciones.