Científicos del Instituto Gladstone de San Francisco (Estados Unidos), ha descubierto una nueva manera de convertir células de piel humana en células cerebrales, un descrubrimiento que puede ofrecer una nueva esperanza para la medicina regenerativa y el desarrollo de fármacos personalizados.
En un artículo publicado en la revista científica ‘Cell Stem Cell’, el autor de dicho hallazgo, Sheng Ding, revela los métodos para transformar células adultas de la piel en neuronas que son capaces de transmitir señales en el cerebro, este es uno de los primeros experimentos documentados para la transformación de la piel de un humano adulto en células del cerebro en funcionamiento.
«Este trabajo podría tener implicaciones importantes para los pacientes y las familias que sufren enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, el Parkinson y la enfermedad de Huntington», señaló Lennart Mucke, director de investigación neurológica en el Instituto Gladstone.
Según este experto, «las últimas investigaciones del doctor Ding ofrecen una nueva esperanza para el proceso de desarrollo de medicamentos para estas enfermedades, así como la posibilidad de la terapia de células de reemplazo para reducir el trauma de millones de personas afectadas por estas enfermedades devastadoras e irreversibles».
Su trabajo se basa en el trabajo de reprogramación celular de otro científico de Gladstone, el investigador Shinya Yamanaka, descubridor en 2006 de una forma de convertir células de la piel en células que actúan como células madre embrionarias, trabajo que ha mejorado radicalmente los campos de la biología celular y la investigación con células madre.
Las células-madre embrionarias «plenipotenciarias», que pueden convertirse en cualquier tipo de célula en el cuerpo humano, representan una enorme promesa para la medicina regenerativa, donde los órganos y tejidos dañados pueden ser reemplazados o reparados.
El trabajo presentado por el doctor Ding ofrece otro método para evitar el uso de células madre embrionarias, ya que las nuevas células creadas a partir de las células de la piel contienen un juego completo de genes. En el futuro, el hecho de reprogramar células de la piel podría ser utilizado para poner a prueba tanto la seguridad como la eficacia de medicamentos individualizados para un paciente de, por ejemplo, la enfermedad de Alzheimer.
En los experimentos de los que informa ‘Cell Stem Cell’, Ding utilizó dos genes y microARN (pequeñas hebras de material genético que regulan casi todos los procesos en cada célula del cuerpo) para convertir una muestra de piel de una mujer de 55 años de edad directamente en células de su cerebro.
Las células creadas en el experimento intercambiaban impulsos eléctricos, necesarios para que las células del cerebro comuniquen pensamientos y emociones. La utilización del microARN para reprogramar las células es una manera más segura y eficiente que el uso común de un gen de modificación.
En experimentos posteriores, Ding espera depender únicamente de los microARN y compuestos farmacéuticos para convertir células de la piel en células cerebrales, lo que debería conducir a la generación más eficiente de células para su análisis y potencial regeneración.
«Esto nos ayudará a evitar cualquier modificación del genoma», dijo Ding, ya que «estas células no están listas todavía para el trasplante». Sin embargo, añade, «este trabajo elimina algunos de los obstáculos técnicos importantes de la utilización de células reprogramadas para crear un trasplante de células válido para una gran cantidad de enfermedades».