Santo Domingo, D.N.- La esquina de la Duarte con París, centro de la ciudad capital, ha sido tomada por asalto. Cientos de buhoneros taponan ambas vías, constriñendo el paso de vehículos y peatones, e instituyendo un gran desorden por el sonido de las bocinas, los pregones y el tropel de caminantes que intentan cruzar a la vez que los autos en las cuatro direcciones.
La avenida París está ocupada por completo, tanto por vendedores haitianos, como dominicanos.
La calle se estrecha cada vez más ante el paso de cientos de vehículos.
Aunque son muchos los ensayos, planes y anuncios encaminados a reorganizar el área que conforman las dos vías, en la actualidad el drama que se vive en la zona es una catástrofe urbana que imposibilita la permanencia en el lugar.
Frutos y vegetales son exhibidos en pleno piso desde la calle Jacinto de la Concha, hasta llegar a la Juana Saltitopa. Mientras que en la Duarte el caos es total: no hay espacio y solo se logra el avance de los peatones a empujones o chocando unos a otros.
Los carteristas y vulgares estafadores no se ven a simple vista, pero están ahí, siempre al acecho de sus próximas víctimas, que generalmente, son los más descuidados.
Los mercaderes de ropa y zapatos usados, con enormes mesones, ocupan la acera a ambos lados de la avenida París, en tanto que el viandante se debe tirar a la calle para avanzar.
Basuras y aguas negras, común en esta zona, provocan hedor que causan molestias a choferes, pasajeros y peatones. La arrabalización es total.
La Duarte con París está ubicada en el mismo corazón de la ciudad capital, principal centro histórico de negocios, donde confluyen los barrios más antiguos y peligrosos de la parte alta, como Villa Francisca, Villa Consuelo, Villa María, San Carlos y Don Bosco, próximos a los arcaicos Borojol, Pajarito y San Lázaro.
Pero también dicho sector ha sido dolor de cabeza de las autoridades municipales que no han podido adecentar el espacio y lograr la armonía entre peatones, vendedores y pregoneros, de tal manera que por años se hacen de la vista gorda frente a las quejas.
En 1994, el Ayuntamiento del Distrito Nacional, con el extinto doctor Peña Gómez como síndico, se construyó la Plaza del Buhonero en la avenida San Martín, que no solucionó el problema.
En la actualidad, el Ayuntamiento y su alcalde, Roberto Salcedo, prometen levantar otra plaza para doscientos vendedores informales y corregir el desorden en un solar que costó $13.5 millones de pesos, pero de acuerdo al presidente de los buhoneros, Alonso Rambalde, entrevistado por DominicanosHoy, deberán esperar el próximo año 2013, cuando se termine la reconstrucción del parque Eugenio María de Hostos.
Para los comerciantes formales de esta zona, la falta de voluntad política y negligencia del Ayuntamiento provoca que sean ellos los más afectados por el caos.
El peatón Juan Gómez, quien a diario se ve forzado a lidiar con toda clase de obstáculos y basuras en las aceras y en plena vía, confiesa a los reporteros de este multimedios: “he tenido que lanzarme muchas veces a la calle, expuesto a un accidente de tránsito. Aquí, no hay quien ande”.
Definitivamente, la anarquía existente en la Duarte con París mantiene afeada la ciudad y, encima, transeúntes y choferes de vehículos deberán continuar soportando el taponamiento, la contaminación y la carencia de políticas dirigidas a resolver tan aguda problemática.
Anarquía en Duarte con París; no se observan soluciones
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