Como bien inició la semana pasada mi compañero Antonio, hoy se cumple el 100 aniversario de Aston Martin, un hito que no todas las marcas pueden decir que alcanzaron y desde MotorFULL hemos querido hacer un breve repaso a dos de sus modelos que para mi significaron un cambio en la marca inglesa.
Saga DB (1948-actualidad)
Si alguien conoce a Aston Martin y no es un apasionado del motor es precisamente por la saga DB y seguramente te dirán que conocen el DB5 por las películas de acción de James Bond, pero la historia se remonta algo más atrás en el tiempo cuando en 1947 David Brown Limited compró la compañía para fabricar el motor de 2,6 litros y origen Bentley para dar a luz al clásico DB. Tadek Marek fue el flamante diseñador de los motores que empleó la gama DB desde 1954 hasta 1965 para modelos tan emblemáticos como el DB2, el DB 2/4 de 1953, el DB 2/4 MkII de 1955, el DB Mark III de 1957 o el DB4 de 1958.
Hasta el DB4, Aston Martin fabricaba unos vehículos excelentes, caso del DB2, un vehículo que sigue siendo una máquina de hacer dinero y es que los coleccionistas se rifan las pocas unidades que quedan, teniendo en cuenta que sólo se fabricaron 411 unidades.
Pero como te he dicho antes, el DB5 conducido por el agente británico más conocido marcó un antes y un después en el camino de Aston Martin.
Aston Martin DB5
Y aquí podemos decir que comienza la mejor época de Aston Martin, aunque realmente, obtuvo beneficios desde hace sólo 4 años y es que acumuló más de 40 en números rojos, pero esa es otra historia. El DB5 estrenó un poderoso motor con 4 litros de cilindrada, una caja de cambios de 5 velocidades y tres carburadores que producían 282 CV de potencia. Con esta cifra se podía llegar hasta los 233 km/h en una época donde pasar de 120 km/h era todo un lujo e incluso, y según el modelo, un desafío.
La ficha técnica se completaba con un peso de 1.502 kg y un paso de 0 a 60 mph en 8 segundos. Pero no todo era potencia en este Aston Martin DB5, sino que el lujo se unía a la perfección a este concepto, equipando entre otros asientos reclinables, alfombras de pelo de lana, ventanas eléctricas, radiador para el aceite e incluso un extintor de incendios.
Como peculiaridad, estaba disponible una caja automática con 3 velocidades, una opción que muy pocos usuarios adquirieron por considerarla demasiado arcaica, más si cabe, cuando la caja de cinco velocidades, (aunque en los primeros modelos era de 4 con una sobre marcha opcional) tenía un tacto tan deportivo.
Del Aston Martin DB5 se comercializaron tres variantes:
Aston Martin DB5 Vantage. Se construyeron 65 unidades.
Aston Martin DB5 Convertible. Se construyeron 123 unidades.
Aston Martin DB5 Shooting Brake. Se construyeron 11 o 12 unidades.
El DB5 Vantage desarrollaba 315 caballos de potencia gracias a una revisión del sistema de carburación y a los árboles de levas. Por su parte, el convertible, que se fabricó desde 1963 hasta 1965, fue un paso lógico por la fuerte demanda de vehículos descapotables en el Reino Unido, además, fue un vehículo muy personalizado y de fábrica se podía poner el mismo motor que el Vantage, aunque sólo optaron a este cambio 12 clientes.
Por su parte, el Aston Martin DB5 Shooting Brake fue una de esas rarezas muy complicadas de ver y es que la transformación se hacía a posteriori de haberlo comprado, algo que convirtió a las pocas unidades realizadas en objetos de coleccionista.
Aston Martin DB5 en la saga James Bond
Golfinger fue la película que catapultó la leyenda del DB5 de Aston Martin pero no fue el único film en el que hemos podido ver a esta joya sobre ruedas porque años mas tarde apareció el mismo coche que se empleó para rodar Goldfinger, en esta ocasión para la película Thunderball. Años mas tarde se recuperó la esencia del espía británico teniendo el DB5 un cameo en Goldeneye, El mañana nunca muere, El mundo nunca es suficiente y en Casino Royale, pero recientemente lo hemos podido ver en la última entrega protagonizando una de las secuencias más divertidas de Skyfall.
Aston Martin Bulldog
Uno de los modelos menos conocidos de Aston Martin es el prototipo Bulldog, aunque internamente se conocía como DP-K9 y se presentó en 1980 en el Hotel Bell en Aston Clinton. Medía 1,1 metros de alto, tenía puertas de ala de gaviota y faros escamoteables, lo más de lo más para los años 80. Además, toda la instrumentación era digital y empleó uno de los primeros sistemas de cámara de marcha atrás instalando una pantalla en la consola central y una cámara situada en el paragolpes posterior.
El motor que empleaba era un enérgico V8 biturbo con 5.3 litros de cilindrada que desarrollaba 700 CV de potencia y podía superar los 300 km/h de velocidad máxima. Todo esto con una caja de cambios con cinco relaciones, algo impensable en los coches actuales que pueden emplear hasta 3 marchas más. Alcanzaba los 100 kilómetros por hora desde parado en 5,1 segundos y tenía un enorme depósito de gasolina capaz de albergar 113 litros en su interior.
Un pasado que diseñaba un futuro prometedor
En sólo dos décadas, Aston Martin pasó de producir muy pocas unidades a llegar a las más de 7.000 del ejercicio correspondiente al año 2007, un hito impensable para un fabricante que podía realizar hace 25 años, unos 200 vehículos anuales. Ahora mismo su catálogo lo componen vehículos tan diferentes como interesantes entre sí como son el Cygnet, el Rapide, El V8 Vantage, el DB9, el Virage, el DBS, los V12 Vantage y Zagato y por supuesto, el Vanquish. Una gama impresionante si tenemos en cuenta que no deja de ser un fabricante minorista dirigido a un público muy exigente. Este ha sido nuestro particular homenaje al 100 aniversario de Aston Martin.
100 aniversario de Aston Martin
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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