En la cárcel de Higüey, como en tantas del país, el hacinamiento es extraordinario.
Específicamente allí, de 80 personas que tienen cabida, mal conviven 426 presos.
DominicanosHoy dio a conocer acerca de la información ofrecida por la Dirección General de Prisiones, en la cual se afirma que unos 86 reclusos “ingresan diariamente a las cárceles de República Dominicana, cantidad que totalizó solamente en octubre mil 885 internos”. Esto, sin mencionar los miles que recientemente obtuvieron la libertad, lo cual redunda en un significativo aumento de la población carcelaria.
Según fuentes consultadas, en las cárceles españolas existen unos 170 reclusos por funcionarios, considerada esta cifra como “el mayor incremento de la población reclusa durante la democracia del país”. En México, por su parte, más de una decena de hechos violentos, registrados en penales de varios estados en un lapso de 44 días, dejaron un saldo de 48 presos muertos.
Las cárceles en la República Dominicana albergan un total de dieciséis mil setecientos cincuenta y cuatro internos, de los cuales el 96.7% corresponde al sexo masculino y el 3.3 % al femenino, según datos de la Dirección General de Prisiones.
El director de prisiones, mayor general Manuel de Jesús Pérez Sánchez, dijo haber solicitado para el Sistema Penitenciario, un presupuesto de RD$1,800 millones para el año 2009.
A la reflexión no escapa lo que ya muchos han deducido hace tiempo: si se invirtiera más en educación y protección a la niñez y la adolescencia en el territorio nacional, disminuiría significativamente la cantidad de reos.
El problema es prever y evitar, no intentar curar después que el daño es irreversible en muchas ocasiones. Esto es, sin duda, una responsabilidad estatal de gran envergadura o seguiremos siendo una nación de miles de convictos amontonados en ese sitio denominado cárcel, de la cual hasta ahora, no se conoce una que sea buena.
