Junto a un grupo de familiares, Sarah Obama, que fue la tercera esposa del abuelo del presidente electo de EEUU, abrió las puertas de su casa y recibió a los medios de comunicación para compartir su alegría en el huerto de su modesta vivienda de adobes.
"Seguiremos siendo una familia normal", dijeron a los periodistas Auma y Sayid, también descendientes del abuelo keniano de Obama, mientras escoltaban a "Mama Sarah", ataviada con un turbante y un vestido de kanga, la tela tradicional keniana, en tonos amarillos, verdes y blancos.
Los tres respondieron durante media hora a las preguntas de los periodistas, al tiempo que ofrecían el guisado preparado con el toro que sacrificaron de madrugada para celebrar la victoria de Barack Obama, con la que se sentían eufóricos.
"Mi primer consejo es que trabaje duro, que se esfuerce y que luche por la paz mundial", dijo "Mama Sarah", quien se mostró convencida de que será un "gran presidente", tradujeron a la prensa Auma y Sayid, pues la mujer, de 86 años, sólo habla la lengua de los luo, el mayor grupo étnico de Kenia y del que desciende Obama.
Por su parte, Auma, nieta del abuelo de Obama y de su primera esposa, afirmó que "es un fantástico hermano", aunque como los demás reconoció que aún no había hablado con él para felicitarle.
Malik, el mayor de los "hermanos", fue el primero en recibir a la prensa para ofrecer a los periodistas la carne del toro que habían sacrificado para compartir con los vecinos y visitas, "como símbolo de nuestros orígenes luo" y en homenaje al presidente electo de EEUU.
"Nuestras vidas ya son mejores" tras la elección de Obama, dijo Malik, quien agradeció a los estadounidenses "el haber sabido reconocer quién es Barack".
Efectivamente, para Sarah Obama las cosas están cambiando y hoy mismo comenzó la instalación del suministro eléctrico en su humilde casa, que será la primera que contará con este servicio en Kogelo, una aldea de 7.000 habitantes hasta ahora abandonada.
Pero ahora, las autoridades han tomado buena cuenta de la popularidad y presumible "influencia" de Kogelo en el futuro inquilino de la Casa Blanca de Washington, y han empezado las obras para convertir en carretera el polvoriento camino de tierra que lo une a Kisumu, la ciudad más cercana.
Además, se han construido ya un centro médico asistencial, una comisaría y un colegio en Kogelo, que como muchos poblados kenianos es un conjunto de casas de pobre construcción, con unas calles de tierra polvorientas en medio del follaje que rodea al lago Victoria.
Lo mismo que la familia de Obama, los habitantes de Kogelo no esperaron a conocer los resultados definitivos y, desde la madrugada, cuando el escrutinio ya apuntaba su victoria, se lanzaron a las calles para celebrar al que han llamado "el candidato de África", que será el primer presidente negro de Estados Unidos.
En el resto de Kenia las escenas de alegría eran generalizadas y, en Kibera, el mayor suburbio de Nairobi y principal ejemplo de pobreza y miseria del país, cientos de simpatizantes de Obama se manifestaron con pancartas en las que mostraban su esperanza de un "gran cambio para África", según mostraron las televisiones locales.