Los hechos ocurrieron en el entrenamiento de este martes, cuando unos 20 integrantes de la "barrabrava" ingresaron al campo de juego del estadio donde juega el Argentino de Merlo, a las afueras de Buenos Aires, y amenazaron al técnico, Carlos Medina, y a los futbolistas Sebastián Ojeda y Diego Katip.
Testigos de las agresiones dijeron que varios de los ultras tenían armas de fuego en su poder y que incluso persiguieron a algunos futbolistas fuera del estadio y les amenazaron debido a la discreta campaña del equipo.
Los dirigentes del Argentino de Merlo hicieron la denuncia policial y se comprometieron a contratar personal de seguridad para custodiar los futuros entrenamientos, pese a lo cual algunos jugadores dijeron que no volverán más al club.
"Yo tengo familia y tengo miedo por mi vida. Me corrieron hasta la calle. ¿Y si me pegan un tiro?", se preguntó uno de los jugadores.