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Capitalismo Salvaje

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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El Papa Juan Pablo II, durante una homilía celebrada en la Habana, Cuba, en Enero de 1998, criticó el capitalismo salvaje con sentidas palabras. Al verlo por la televisión comprendimos su gesto como una advertencia. Es necesario un cambio que humanice la vida. Estas fueron sus reclamaciones:

“Por otro lado surge en varios lugares una forma de Neoliberalismo Capitalista que subordina la persona humana y condiciona el desarrollo a las fuerzas ciegas del mercado, gravando desde sus centros de poder a los países menos favorecidos con cargas insoportables. En ocasiones se imponen a las naciones, como condiciones para recibir nuevas ayudas, programas económicos insostenibles. De este modo se asiste al enriquecimiento exagerado de unos pocos a costa del empobrecimiento creciente de muchos, de forma que los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres”.

Diez años más tarde, el Papa Benedicto XVI, en la explanada de los Inválidos, París, en septiembre de 2008, recuerda el Nuevo Testamento lamentando la “insaciable codicia. El amor al dinero es la causa de todos los males” Preguntóse: ¿El dinero, la sed de acaparar, el poder e incluso el conocimiento han apartado al hombre de su verdadero destino?

El ser humano rechaza a quien le dice lo que esta haciendo mal, bien sea llamándolo hipócrita, loco o matándolo de verdad.

Estamos dentro del territorio de los feroces leones de voracidad insaciable y afán desmedido de adquirir y atesorar riquezas. Leones con una inmensa laguna de crecimiento espiritual, almas enfermas, desconocedores o enemigos de las virtudes que unidas al conocimiento profesional los harían hombres éticos.

Banqueros, míseros insectos que desafían las leyes de su creación, cavan la fosa de su propia tumba y de muchos otros.

Veamos pues la codicia de solo dos leones de la hambrienta manada que quebró la banca en los Estados Unidos de Norteamérica, creando un efecto dominó por el mundo.

Richard Fuld, presidente de Lehman Brothers, al dejar sus funciones se llevó en los bolsillos 40 millones de dólares. Además, se había asignado 17 mil dólares por hora mientras ejercía sus funciones. No conforme con esto, tenía también unos incentivos en bonos que lo eximían de pagar impuestos. Este banco tenia 158 años de funcionando y lo quebró.

El siguiente, tal vez no sea de esa manada, parece ser de otros lares, Ángelo Mazilo. Tiene una piel más dura que la del cocodrilo del Lago Enriquillo.

Quebró el Banco Hipotecario Countryvide, se hizo pagar 360 millones durante los últimos cinco años y tuvo, como decimos los dominicanos, “la cachaza y cara dura” de protestar cuando el Consejo de Administrativo le exigió explicaciones acerca de viajes de su esposa en un Jet de la empresa.

Es evidente que la crisis financiera ha sido provocada por la ausencia de moral. Esta virtud, si algún día existió, desapareció por las cloacas hacia el Hudson y Potomac.

La crisis moral me motiva a revisar algunos apuntes que traje de Taiwán, conservo esta preciosura de sabiduría china. Los reyes Wen We grabaron en tablillas de bambú lo siguiente:

“De la perfección moral, igual a la verdad pura, proviene la más excelsa claridad de la inteligencia llamada santidad primitiva. Del resplandor de la inteligencia proviene también una perfección moral llamada santidad adquirida. La perfección moral lleva a la claridad de la inteligencia, y la claridad de la inteligencia lleva a la perfección moral”.

Si aplicamos esta lección, la avaricia no opaca la razón, brilla el logos y estamos en el camino del sumo bien, la felicidad.

¿La crisis financiera hará que el hombre comprenda que donde no hay honestidad, no hay utilidad? Las singladuras vividas indican que lo único que cuenta es una fe activa en la práctica del amor a la moral social.

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