Río de Janeiro (EFE).- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió hoy que el presidente electo de Estados Unidos, Barak Obama, tome medidas inmediatas para contener la crisis financiera internacional.
"Quien tiene más responsabilidad para resolver esa crisis es el presidente electo de Estados Unidos", dijo Lula en la ciudad de Foz de Iguaçu (sur) durante un encuentro con gobernadores y alcaldes de países de Mercosur (Mercado Común del Sur).
"Obviamente él va a tener que tomar medidas, hasta en el grupo de transición, para resolver esa crisis que no puede durar mucho tiempo", agregó en el discurso transmitido por la televisión oficial.
Lula señaló: "De lo contrario (Obama) puede perder todo el capital político que conquistó si la crisis dura uno o dos años". Durante la campaña electoral de Estados Unidos Lula manifestó su abierto apoyo a la elección de Obama.
En su intervención, advirtió no obstante que los demás países no pueden quedarse esperando por las medidas de Washington y deben adoptar sus propias acciones de manera conjunta, pues en el caso de América Latina, "no hay salida individual" en el escenario actual.
Recalcó que para los países de Mercosur, como en el fútbol, "la mejor defensa es el ataque" por lo que se debe ampliar el comercio dentro de la región para superar una crisis cuya magnitud se desconoce.
Una recesión en Estados Unidos, afirmó, puede causar problemas en las exportaciones, "pero tenemos potencial de crecimiento del mercado interno que ellos (EEUU) ya no tienen y tenemos una diversificación de nuestras relaciones comerciales".
Para Lula "no sirve de nada quejarse de la crisis y participar del pánico que se está creando". Insistió en su tesis de que los brasileños deben seguir gastando para mantener la economía en movimiento.
Cuando el pánico se instala en la cabeza del pueblo, "el ciudadano se queda con miedo de comprar y eso es muy delicado porque ahí sí que la crisis llega de verdad", pues se detiene el consumo, el comercio y la producción en las fábricas, agregó.
Lula ha insistido en que Brasil no será alcanzado por la crisis financiera global, mientras su Gobierno ha dictado varias medidas para mantener el flujo de liquidez en el mercado local, pero los empresarios se quejan de que esos anuncios no han tenido resultados concretos.