Benedicto XVI hizo esta reflexión al recibir hoy a los participantes del congreso organizado en estos días por la Pontificia Universidad Gregoriana y Lateranense bajo el título: "La herencia del Magisterio de Pio XII y el Concilio Vaticano II".
El Pontífice, aunque sin citarlo, se refería a las acusaciones al papa Eugenio Pacelli de algunos historiadores y judíos de haber sido demasiado condescendiente con el nazismo y guardado silencio mientras se producía el Holocausto.
Una polémica que vuelve a estar de actualidad al cumplirse los 50 años de la muerte del papa Pacelli y debido a su controvertido proceso de beatificación.
"En los últimos años, cuando se ha hablado de Pío XII, la atención se ha concentrado de manera excesiva sobre una única problemática, tratada la mayoría de las veces de manera más bien unilateral", dijo Benedicto XVI.
Según el Pontífice, esto "ha impedido un acercamiento más adecuado a una figura de gran espesor histórico-teológico".
El papa Joseph Ratzinger no hizo referencia en su discurso al proceso de beatificación de Pio XII, y se limitó a recordar la "valiosa herencia" que ha dejado este Pontífice y que "la Iglesia utilizó y utiliza como un tesoro".
Sobre el Magisterio de Pio XII, Ratzinger destacó las "sabias normas sobre la formación de los sacerdotes" emanadas por el Pontífice y basadas en el "amor personal a Cristo, sencillez y sobriedad del estilo de vida, lealtad a los obispos y disponibilidad ante los fieles".
También resaltó cómo el papa Pacelli también afrontó los problemas de las varias profesiones, aconsejando a jueces, abogados u operadores sociales, así como indicó a los médicos "las normas deontológicas que debían respetar durante su actividad".
Recordó que Pio XII "valoró al máximo" la intención de la Radio y subrayó "el deber de los periodistas de dar informaciones verdaderas y respetuosas con las normas morales".
El papa Pío XII, agregó Ratzinger, elogió los avances tecnológicos y de la física de aquel periodo, pero advirtió de "la necesidad de impedir a toda costa que estos geniales progresos científicos fueran utilizados para la construcción de armas de destrucción".
Benedicto XVI calificó a Pío XII como un "hombre comedido y realista, alejado de fáciles optimismos, pero también inmune al peligro del pesimismo, que no es propio de un creyente".
"Aborrecía las polémicas estériles y era profundamente desconfiado ante el fanatismo y el sentimentalismo", añadió.
En estos días, se sigue discutiendo sobre la causa de beatificación de Pío XII, sobre la cual falta aún la firma del Papa para continuar el procedimiento, pues según el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, Benedicto XVI quiere aún profundizar y reflexionar" sobre el tema.
El ministro israelí para la Diáspora, Isaac Herzog, expresó hace unos días que "el intento de convertir a Pío XII en un santo es algo inaceptable".
La respuesta indirecta del Secretario de Estado vaticano, cardenal Tarcisio Bertone, fue que el proceso de beatificación del papa Pío XII es un "hecho religioso que debe ser respetado por todos" y que es de "exclusiva competencia de la Santa Sede.
El pasado 9 de octubre, durante la misa que ofició en la basílica de San Pedro del Vaticano con motivo del 50 aniversario de la muerte de Pío XII, Benedicto XVI aseguró que el Pontífice condenó desde el primer momento el nazismo y que en muchas ocasiones actuó de "manera silenciosa y secreta" para evitar "lo peor" y salvar al mayor número posible de judíos.