La OMT divulgó su diagnóstico del sector en el primer día de la Feria Internacional de Turismo de Londres (World Travel Market, WTM), una de las citas más importantes de la industria turística, que se celebra hasta el próximo jueves.
El barómetro, que aporta como novedad cifras referidas al segundo cuatrimestre del año, confirma "la rápida desaceleración del crecimiento del turismo internacional desde mediados de 2008".
Esa contracción refleja "el impacto de los altos precios del petróleo a comienzos del año y el deterioro de la situación económica, así como el deterioro de la confianza de los consumidores en los últimos meses".
Pese a todo, la OMT, con sede en Madrid, vaticina que el sector cerrará el ejercicio con un crecimiento total de "alrededor del 2 por ciento", apoyándose en la solidez de los primeros cinco meses.
En junio, julio y agosto, el avance de la industria turística cayó por debajo del 2 por ciento, un dato pobre si se tiene en cuenta que, de enero a abril, las llegadas de turistas internacionales aumentaron un 5,7 por ciento de media.
No obstante, el turismo creció un 3,7 por ciento de media en los primeros ochos meses del año, respecto al mismo período de 2007.
Por zonas geográficas, Asia-Pacífico es la región que más rápidamente ha empeorado este ejercicio, con un declive que comenzó en marzo y se transformó en crecimiento negativo en agosto.
En Europa, el crecimiento se estancó en los meses de verano, mientras que las Américas, África y Oriente Próximo sufrieron un retroceso, aunque no muy pronunciado.
Dado que la actual crisis económica, según los expertos, continuará en 2009, el pronóstico inicial de la OMT para ese año arroja unos resultados "incluso más modestos" que en 2008.
El actual bache llega tras la bonanza del periodo 2004-2007, cuatro años "históricamente sólidos" que registraron un crecimiento medio anual del 7 por ciento.
Además, la desaceleración económica y las restricciones presupuestarias de los consumidores seguirá afectando a la demanda turística "al menos a corto y medio plazo".
Ante ese panorama, la OMT celebrará mañana en el certamen londinense una reunión ministerial con el fin de analizar la respuesta del sector a la crisis económica.
Frente a las actuales adversidades, la presidenta del WTM, Fiona Jeffrey, se mostró optimista porque la industria turística "es sólida y diversificada, lo que la ayuda a seguir teniendo éxito".
"En el pasado, la industria ha demostrado que puede superar los problemas económicos. Y ahora más que nunca", opinó Jeffrey en el "Informe de tendencias globales 2008", difundido por la organización de la feria.
Como consecuencia de la presente coyuntura, ese informe indica que los touroperadores acudirán a fórmulas como "pague lo que quiera", las subastas y los regalos en un mercado tan influyente como el británico.
"Dado que la economía probablemente se ralentizará hasta 2010, los medios innovadores de ahorrar dinero serán más atractivos", declaró Jeffrey, quien recalcó que "la protección de los ingresos en tiempos económicamente inciertos" es la prioridad del sector.
La feria, que tiene lugar en el palacio de exposiciones y congresos Excel, a orillas del río Támesis en el sureste de la capital, celebra su vigésimo octava edición.
El WTM acoge este año más de 5.400 expositores de unos 200 países y regiones, así como a más de 48.000 profesionales del sector que tratarán de hacer negocios y contactos hasta el próximo jueves.