Un gel desarrollado en Ginebra podría proteger a las mujeres contra el sida, independientemente del hombre. Se trata de una sustancia de bajos costos de fabricación, fácil de aplicar y eficaz, sin embargo, hasta ahora ninguna empresa farmacéutica se mostró dispuesta a realizar los necesarios tests clínicos.
La información fue dada a conocer por Olivier Hartley, uno de los investigadores de la universidad ginebrina que desarrolló la sustancia.
Un informe de la DW de Alemana destaca que Hartley indicó que "los potenciales consumidores de un medicamento contra el sida son las personas más pobres del planeta".
Hartley, integrante de la división de biología estructural y bioinformática de la Facultad de Medicina sostuvo que "esas personas tienen poco poder de compra, por eso la industria no se interesa por la sustancia".
El científico participó en el desarrollo de la sustancia activa que será presentada en la revista especializada estadounidense "PNAS".
Molécula similar, pero mucho más barata
Una gran parte de las investigaciones necesarias ya fueron efectuadas en el instituto médico de Ginebra. De esta manera se desarrolló un microbicida que dificultaba en forma comprobada la transmisión del virus en el mono, pero cuya fabricación es muy cara.
El equipo de Olivier Hartley siguió investigando y descubrió una molécula similar cuyos costos son sensiblemente inferiores. Se trata de la molécula denominada 5P12-RANTES, apropiada para ser utilizada en un gel.
El grupo de investigación de la universidad intenta ahora interesar a fundaciones y gobiernos para financiar su proyecto. No está claro aún si la sustancia aplicada al hombre tendría algún efecto.
Consultada por DW-WORLD, la Asociación Alemana de la Industria Farmacéutica (BPI) rechazó la acusación de Hartley. "Si el medicamento promete, la industria está dispuesta a realizar los estudios clínicos", dijo Wolfgang Straßmeir, portavoz de BPI. Agregó que "un estudio clínico puede llevar unos cinco años y costar hasta 100 millones de euros, por lo que hay que analizar bien primero si la sustancia realmente tiene potencial".
Strabmeir agregó que la industria farmacéutica no puede trabajar a pérdida, pero que "no se trata de una cuestión de a cuánto se puede vender un medicamento, sino también de en qué cantidades". Por ello, destacó, en vista de la problemática masiva del sida, "no creo que se trate de un problema de ganancias y además hay que tener en cuenta que un gel de ese tipo también podría venderse en los países industrializados". "El problema es seguramente otro", concluyó.
En el pasado otros microbicidas contra el sida tuvieron resultados prometedores en el laboratorio, pero fracasaron al ser aplicados en el ser humano.
Según ONUSIDA, el programa de las Naciones Unidas contra el sida, la cantidad de nuevos infectados en 2007 fue de 2,5 millones. Más de 33 millones de personas en el mundo conviven con el virus. El 95 por ciento de los infectados viven en países en desarrollo y no tienen acceso a prevención o a tratamientos para combatir el virus. Los medicamentos son caros y los preservativos muchas veces no son socialmente aceptados.