No titubea al responder una de las preguntas del cuestionario preparado para este encuentro: “¿Qué cuál es la virtud que más defiendo, por encima de todo?: la humildad, sin duda.”
Así es Manuel Antonio Quiroz Miranda (Manolo), sencillo desde su puesto de director general de Color Visión, el primer canal que asumió la producción televisiva a todo color en el país, valga la repetición del término.
Quiroz Miranda nos recibe con su carácter franco, llano, espontáneo y sincero, con el recuerdo de aquella niñez humilde en su casita de la ciudad apacible de Montecristi, rodeado de sus siete hermanos y con la imagen de la madre empeñada en nutrirles de amor y una formación íntegra: “los mejores años que un ser humano pueda tener”, susurra volcando atrás las páginas de sus ocho décadas de existencia.
“Sin televisión, ni emisoras radiales, éramos una familia muy unida, gracias a Dios. Desde entonces mantenemos una relación permanente, a pesar de que ya somos abuelos y hasta bisabuelos. Pero, ese amor que nos tuvimos se mantiene hasta nuestros días”.
– Pintura, escultura… ¿influyeron estas tentativas de vocación y talento en las labores que desarrolló posteriormente en la producción televisiva?
“Bueno, en realidad, mi primer oficio fue como telegrafista, siguiendo los pasos de mi padre. Pero, desde muy pequeño tuve mucha inclinación por el dibujo.
Por donde quiera que pasaba dejaba todo rayado con trazos…Luego estudié aquí en Bellas Artes. Me gradué de Dibujo en 1952 y de inmediato me nombraron profesor, labor que ejercí durante nueve años. Di clases a muchos grandes artistas que hoy son famosos, como Bidó, Elsa Núñez, entre otros”.
-¿Cómo fue ese período de la docencia, en el cual usted le aportó experiencias a personas que hoy son grandes artistas de la plástica en el país y en el mundo entero?
“Esos fueron tiempos fabulosos. Allí había profesores extraordinarios y muy talentosos. A ellos se unieron otros pintores exilados españoles que llegaron huyendo de la Guerra Civil, como José Vela Zaneti, importante muralista, el catalán José Gousah y Antonio Prats Vento.
“La mayoría de los pintores que estudiaron conmigo progresaron en la vida y se desarrollaron mucho, es el caso de Oscar de la Renta y muchos otros. Fue una época de gran entusiasmo y competencia entre nosotros mismos. Cada quien trataba de exponer su obra o participar colectivamente.
“Resultó, además, un privilegio contar con esos profesores españoles, que ya eran famosos en Europa. Ellos dedicaban mucho tiempo personal a quienes veían con talento. Estoy agradecido de ese grupo porque no sólo realizaron su labor docente, sino que aportaron de sí mismos, de sus experiencias, que eran muy profundas”.
– Usted fue quien hizo el primer decorado de la televisión en el país y también en la obra La Traviata, cuando se inauguró el Teatro Nacional. ¿Cómo rememora esas experiencias?
“Por accidente fui contratado para hacer una escenografía en la Voz Dominicana, que fue el primer canal de televisión inaugurado en el país en los años 50. Yo tenía un amigo que era el dueño del teatro Ramfis, quien me pidió que le realizara unos arreglos para el estrado y en eso pasó un ingeniero y me preguntó si me interesaba trabajar para la televisión, que no existía aún.
“Me interesé, por curiosidad y ahí me contrató para hacer el decorado, que fue en la Voz Dominicana, porque los estudios no estaban aún listos. Ahí mismo me contrataron.
“Cuando el teatro llegó al país, ya yo había ejercido el diseño en la escenografía y dentro de la televisión habíamos hecho La Traviata. Entonces, al inaugurarse el Teatro Nacional, quisieron incluir dicha obra y me buscaron para hacer el diseño de la escenografía. Fue un éxito”.
-Entonces, estamos hablando de dibujo, pinturas, diseños, escenografía, de producción televisiva, periodismo, teatro. ¿Se considera un artista?
“Sí, definitivamente. La mayor parte de mi vida la he desarrollado como artista. En 1952 gané el Primer Premio Trujillo a la Escultura, el más importante galardón de esos momentos. Trabajé todo el tiempo dentro de la pintura, escultura, escenografía y diseño y estuve muy activo en esas realizaciones. Pude dar mucho dentro de dicha actividad. Me alejé un poco después, al cabo de los años…”
-Paradigma de presentes y futuras generaciones. Se le denomina así cuando se piensa en su obra. ¿Cómo valora esta apreciación?
“Yo digo que antes que la preparación y el talento, son muy importantes las circunstancias, si le favorecen o no para desarrollarse a cada quien. Resultan muy importantes las oportunidades que te ofrece la vida. No es solamente tener una profesión, sino que todo coincida. Quizás si surgiera en esta época no fuera lo mismo”.
-Pero, indudablemente, usted marcó una pauta. ¿De qué manera estima aquellos momentos en relación con los actuales?
“¿En el desarrollo artístico?”.
– Sí, en todo lo relacionado con el arte en la sociedad dominicana…
“Ahora hay mucho talento. Han surgido personalidades muy talentosas en los últimos veinte años. Hay algo que favorece: antes los pintores se morían de hambre. Ahora existen los coleccionistas de arte y cuando ven talento compran. Se ha valorizado más el arte. Todo el mundo quiere tener un buen cuadro en su sala. Aquí hay pintores que se cotizan muy alto y tienen reconocimiento mundial por su obra. En aquella época era muy difícil que compraran cuadros”.
-Y usted, ¿sigue pintando?
“Poco, pero sigo haciéndolo”.
– En relación con la producción televisiva. ¿Cómo ve su comportamiento en el país?
“Cuando se desarrolló la televisión en el país, un hermano de Trujillo, Petán Trujillo, trajo profesores cubanos, quienes enseñaron al grupo que se integró, yo formé parte del equipo. Le dieron de golpe una exigencia de cómo había que hacer todo, con qué nivel de calidad. Así se hizo. Eso nunca se ha podido superar, porque la televisión demanda recursos. Por mucho talento que se tenga, si no se tiene las luces necesarias, el diseño de ropas, etc., la producción no se puede realizar con calidad.
“En esos momentos, los recursos que se pusieron a disposición de este proyecto no tenían límites. Los programas eran ensayados una y otra vez. Ahora, la producción es muy ligera. No hay tiempo para hacerla tan acabada como se requiere.
“Se necesitan ensayos, estudios de televisión, ropas, etc. Todo esto es posible realizarlo con recursos. Si el productor no consigue que lo afiancen casas comerciales, se limitan sus ideas. Eso ha convertido a la televisión del país en un bla, bla, bla…Aquí ya hay muy poca producción analizada, pensada. La gente repasa en el día lo que hay que hacer y son demasiados canales y excesivas horas, mucha gente, entre comillas, produciendo.
“La televisión actual pasa horas con un solo invitado hablando de todo. Esto le ha restado creatividad a los productores, quienes aún teniendo talento, no lo pueden desarrollar. Así es como yo lo veo”.
– Desde su puesto de dirección en este canal, ¿cómo batalla en el diario quehacer para lograr que haya gusto artístico en la producción televisiva de Color Visión?
“Si alguien le da un vistazo a la televisión del país, verá que nosotros marcamos la diferencia con este canal, desde que salimos, hace 39 años y es que todo es en vivo, las 24 horas.
“Esto resulta casi imposible, pues la televisión exige condiciones y el tiempo no da. Aquí tenemos cuatro o cinco estudios y cuando se está haciendo un programa, en los otros se está ensayando, o preparando una escenografía. Trabajamos contra el tiempo.
“No dejo de reconocer que hay en el país muchos productores con talento. Pero, repito, se ven limitados y no pueden desarrollarse”.
– ¿Treinta y nueve años haciendo televisión?
“Sí, yo fui el promotor de la idea. Conseguí una beca en Francia. Estudié televisión allá y cuando vine me propuse abrir un canal televisivo. Eso fue en 1968. Busqué amigos que me ayudaran a conformar este proyecto, que es Color Visión. Yo no tenía los recursos. Conseguí quienes financiaran y formaran parte de todo esto.
“La idea original es que fuera aquí, en la capital, pero las personas que me apoyaron lo concibieron inicialmente en Santiago. El 30 de noviembre cumplimos 39 años de estar en el aire y desde esa época, a pesar de muchos otros que han salido, hemos mantenido la preferencia, porque este estilo de estar siempre en vivo le da al televidente una comunicación cercana, más íntima.
“Yo creo que nuestra labor ha sido todo un reto: mantener un canal 39 años en los primeros rangos de audiencia y facturación, creo que es un record”.
– Aquellos sueños con los cuales llegó de Francia, ¿cómo se mantienen en la actualidad para Manuel Antonio Quiroz Miranda?
“Me considero como un hombre realizado, porque algo que concebí y puse en práctica, se mantiene después de casi cuarenta años… Mire, nosotros tenemos una frase muy dominicana que dice: el que quiere más es un gandío…”
– ¿De qué manera visualiza el desarrollo integral de la sociedad dominicana?
“El mundo ahora mismo atraviesa por muchos problemas que obligan, no sólo a un cambio económico, sino de actitud. La sociedad dominicana no anda nada bien. Muchas cosas se consideran causas, como la droga y la tolerancia de los padres con sus hijos. Si alguien no pone freno y moraliza la sociedad, comenzando con el hogar, no se podrá hablar de un futuro próspero para nadie”.
– ¿Sueños y proyectos cumplidos y por realizar?
“Yo, como ente humano, he hecho todo lo descrito aquí y muchas cosas más. Me siento satisfecho con lo llevado a cabo hasta ahora. Soñaría con que la República Dominicana se rija por reglamentos morales, a través de los cuales la gente haga que se cumplan las leyes y que la sociedad tema a que se apliquen esas legislaciones, para que eso nos permita vivir mejor, con menos temor y con esperanza de educar a la familia sin verse amenazados por nada”.
-¿Cuál es la virtud que más atesora, don Manuel?
“La humildad. Creo que es imprescindible para convivir en paz”.
– ¿Y el sentimiento que más detesta?
“La arrogancia. La gente que se vuelve arrogante obnubila su mente y no sabe cómo manejarse. Comete muchos errores”.
– ¿Un consejo a quienes le rodeamos?
“Ser tolerantes, los unos con los otros, respetuosos con los demás”.
– ¿Y cómo se definiría así mismo?
“Bueno, no me atrevería a decirlo. Que me juzguen los otros”.
HISTORIAS
Amigas y amigos de DominicanosHoy.com, la siguiente entrevista forma parte de un grupo de trabajos que este medio publicará, sistemáticamente, acerca de importantes personalidades de la sociedad dominicana cuya obra ha trascendido y dejado su impronta para las presentes y futuras generaciones.
Honramos estas páginas al iniciar Historias, con este testimonio, vida y obra de Manuel Antonio Quiroz Miranda (Manolo).