La Romana (R.D) (EFE).- El presidente dominicano, Leonel Fernández, destacó hoy la "crisis de valores éticos" y la "podredumbre del sistema" que subyace en la crisis financiera internacional, algo que debería causar indignación, ya que obedece a la "avaricia y codicia" de sus causantes, estimó.
Fernández hizo estas acusaciones al ofrecer las conclusiones del seminario regional "El emergente orden financiero global", que durante dos días ha reunido en La Romana (este) a varios mandatarios de Centroamérica y el Caribe junto a expertos en economía.
El gobernante se mostró crítico por la permisividad ante la especulación financiera en los mercados a futuros, la desregulación, la no utilización de normas contables y el papel de las agencias de calificación.
Señaló que son correctas las recomendaciones del grupo de países del G-20, "pero hay un costo humano que tendremos que pagar", ya que habrá más personas pobres, más desempleados y más gente que sufrirá.
El mandatario, quien auguró una posible crisis futura derivada del impago de gastos de tarjetas de crédito, vaticinó un posible inicio de la recuperación en 2010, tras un duro 2009, y reivindicó el papel de control del Estado sobre el sistema financiero.
En el ámbito local, entre los efectos de la crisis, el gobernante mencionó el anuncio de despidos hecho por la empresa minera Falcon Bridge debido al descenso del precio del ferroniquel, así como la disminución de pedidos a las zonas francas dominicanas, que generará desempleo.
Fernández confió en que la crisis no se desborde y como "buena noticia" subrayó la "mayor flexibilidad" para el acceso a recursos por parte de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de desarrollo (BID).
Abogó por mirar el problema de la crisis desde una perspectiva regional.
Dijo que este seminario, en el que también han participado el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, y la primera ministra de Haití, Michelle Pierre Louis, será la antesala de otro convocado para el mes de diciembre por el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en Bahía.
En la sesión de clausura intervino también la secretaria general de la Comisión Económica para América Latina y el caribe (CEPAL), Alicia Bárcena, quien reiteró la importancia de la posición ante la crisis de los países en desarrollo, no solo de las economías avanzadas y la emergentes.
Bárcena mostró preocupación por solucionar los problemas de liquidez de los países más vulnerables y consideró importante que el FMI reaccione con rapidez, al tiempo que abogó porque la comunidad internacional duplique los fondos de este organismo.
También destacó las posibilidades que abrirán los 6.000 millones de dólares del BID para contribuir a la sustitución de los intermediarios financieros, apoyar a los exportadores e importadores y también fortalecer las infraestructuras de los países, elementos generadores de empleo.
En ese proceso, la República Dominicana y Haití, junto con el resto del Caribe, pueden convertirse en un eslabón logístico de gran importancia, explicó Bárcena, quien abogó por fondos del Banco Mundial y del BID orientados a la "macroeconomía real".
En el seminario participaron también expertos económicos como el premio Nobel Joseph Stiglitz y el financiero y filántropo George Soros, además de representantes del BID, el FMI, el Banco Mundial y otras entidades.