Santiago de Chile (EFE).- El reelegido director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el chileno Juan Somavía, considera que Latinoamérica debe alcanzar consensos nacionales para enfrentar la crisis económica mundial.
"Siempre hay problemas más o menos grandes, más o menos chicos que nos dividen. Éste es el momento de estar juntos, de encontrar soluciones nacionales", declaró Somavía desde Ginebra, ciudad sede de la OIT, en una entrevista que publica hoy el diario chileno La Nación.
Somavía, de 67 años, fue reelegido la semana pasada para un tercer mandato de cinco años como máximo responsable de la OIT, el organismo especializado de las Naciones Unidas encargado de las relaciones laborales que él dirige desde 1999.
Este abogado y diplomático chileno asegura que la crisis actual "genera la posibilidad de mayor cooperación multilateral" entre los estados, los organismos internacionales y Naciones Unidas, ya que a su juicio "hay que cambiar y trabajar todos juntos".
"Hoy en día tenemos políticas independientes para problemas que son interdependientes", señaló Somavía, quien apuesta por coordinar todas las acciones y "colocar junto a lo financiero, lo comercial, lo social, los asuntos del desarrollo y (…) todo lo laboral".
Para él, trabajar por la justicia social y el trabajo decente "significa garantizar que las empresas tengan acceso al crédito para evitar despidos, preservar salarios y encontrar recursos para recuperarse de la crisis y salvaguardar el desarrollo sostenible".
No obstante, afirma que muchos países, incluidos algunos latinoamericanos, "han tenido un buen manejo fiscal y presupuestario en los últimos años y tienen espacio para reflotar la economía y todo lo que se requiere para la protección".
A su juicio, esos parámetros están dentro de la agenda del denominado "trabajo decente" que impulsa la OIT, basada en la promoción del empleo y la empresa, el diálogo y la protección social, ámbitos de la "economía real" sobre los que ha incidido la parálisis en las finanzas.
Somavía defiende el papel de la OIT, creada en 1919, para sortear las dificultades, ya que esta instancia engloba a trabajadores, empresarios y gobiernos, y en su opinión su agenda es adecuada tanto para épocas de crecimiento como para "abordar los efectos negativos de la crisis".