El gobierno dominicano luce contradictorio en las declaraciones que ofrece a los medios de comunicación sobre los efectos negativos que arrastraría al país la crisis económica, originada en Estados Unidos y que sigue repercutiendo en todo el mundo.
Los primeros “vaivenes” sobre la real situación en que se vería la economía dominicana ante el efecto multiplicador o dominó que produciría la debacle, los dio el propio presidente Leonel Fernández cuando dijo que la economía estaba blindada.
El mismo blindaje fue repetido horas después por el secretario de Hacienda, Vicente Bengoa. La crisis parida en territorio norteamericano no afectara la economía dominicana, eso dijeron.
Este domingo, el presidente Fernández cambió el discurso sobre los efectos que tendría la crisis económica mundial y dijo que “la debacle podría convertirse en una amenaza para la estabilidad política y la gobernabilidad en las naciones del mundo, y más gravemente en países con menos riquezas y recursos como República Dominicana”.
Este lunes, Bengoa, al ser abordado sobre la evidente ambivalencia del gobierno, sobre los efectos negativos que podría generar la crisis económica; dijo que el término “blindado fue mal interpretado”.
El funcionario admitió que la crisis sí afectará la República Dominicana, por entender decrecerá el turismo, las zonas francas y las remesas.
Justificó el hecho de que cuando se habló de “blindaje” el gobierno se refería a que los efectos negativos no serían en las bolsas de valores y los bancos, “como sucedió en Estados Unidos, Chile, Brasil y Argentina”.
El pasado ocho de agosto, la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) advirtió que países como República Dominicana, que son altamente dependientes de la economía estadounidense, serán “azotados” por la crisis externa.
En una actividad celebrada en el país, ejecutivos de la UNCTAD dijeron que no hay dudas de que la crisis financiera estadounidense será una retracción que amenaza con llevar la economía internacional a una recesión y que en cuanto a República Dominicana, dada su alta dependencia, “la conmoción será más grave que en otras economías del mundo”.
