El bateador abridor más completo de la historia encabeza una promoción que incluye a otros notables "primerizos" en la boleta (Jesse Orosco, Matt Williams, Mark Grace, Mo y Greg Vaughn, Todd Hundley, Jay Bell, Mike Bordick y David Cone) y dos grandes subestimados (Jim Rice y Tommy John) que tendrán su última oportunidad para ser electos por los periodistas.
Ningún latinoamericano realmente notable aparecerá en la boleta del 2009, una especie de descanso antes de la estampida que se avecina desde el 2010 en adelante, cuando la mayoría de estelares hispanos de las décadas de 1980 y 1990 comenzarán a ser elegibles.
Para ganar la inmortalidad del béisbol se requiere un mínimo de un 75% de aprobación de los votantes y un 5% para permanecer en las boletas, por un período no máximo de 15 años seguidos.
Henderson concluyó su carrera de 25 temporadas (1979-2003) con 3.055 imparables y con los lideratos de robos (1.406) y carreras anotadas (2.295) y la cuarta mayor cantidad de apariciones en el plato (13.346) de la historia del béisbol.
Henderson acudió a 10 Juegos de Estrellas, robó más de 100 bases en tres ocasiones, incluyendo el récord de 130 en una temporada, en 1982, y fue el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 1990.
Entre sus imparables se contaron 873 extrabases, incluyendo 297 jonrones. Un total de 81 de esos vuelcarcas los pegó al iniciar un juego, otra marca de todos los tiempos. También empujó 1,115 carreras. Jugó con Oakland (cuatro veces), San Diego (dos veces), Yankees, Mets, Toronto, Seattle, Boston, Anaheim y Dodgers.
Mientras Henderson solamente necesita aparecer en la boleta para oficializar su inmortalidad, dos que tendrán sus nombres impresos por última vez en las mismas son el antiguo jardinero Rice, quien jugó toda su carrera con los Medias Rojas de Boston, y el lanzador zurdo John, quien lanzó por 26 años con Cleveland, Medias Blancas, Dodgers, Yankees, California y Oakland.
Rice, el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 1978, bateó .298 con 382 jonrones y 1.451 carreras impulsadas en 16 temporadas como sucesor del gran Carl Yastrzemski en el jardín izquierdo de los Medias Rojas.
John ganó 288 partidos y tuvo efectividad de 3.34, aunque es más conocido por ser el primer lanzador que regresó exitosamente de una operación de reconstrucción del codo (1974).