Soranyi Martínez, una adolescente de 13 años, víctima de la delincuencia que azota República Dominicana, tenía grandes sueños: desde llegar a ser una reconocida bailarina folklórica hasta graduarse como una gran profesional para ayudar a su madre, Miriam Martínez, quien se había dedicado duramente para criarla.
La niña, abandonada junto a su progenitora y otra hermana por su padre, fue impactada por una bala en la frente, disparada por unos delincuentes que atracaron y, posteriormente, asesinaron al cabo de la Marina de Guerra, César Sierra, pasada la siete de la noche, del jueves 27 de Noviembre.
La tragedia ocurrió cerca de la casa de la menor, marcada con el número 34 de la avenida José Ortega y Gasset, entre las calles 28 y 32 del sector Cristo Rey, donde se encontraba jugando con sus amiguitos y hermana mayor, de 15 años, Marioly Martínez.
Soranyi fue ingresada de emergencia en Hospital Plaza de la Salud, donde falleció 15 horas más tarde, el viernes 28, el mismo día que cumplía 13 años de edad. Testigos cuentan que cuando los delincuentes dispararon al marino, que se resistía al atraco, los compañeros de Soranyi corrieron al interior de la vivienda; pero que ella sufrió un shock que la neutralizó en el lugar (era nerviosa). Los delincuentes temiendo ser identificados y dispararon contra la menor.
La jovencita cursaba el 7mo grado de la intermedia en la escuela Fidel Ferrer, del Ensanche La Fe. Gozaba del cariño de sus compañeros de estudio y profesores, por ser muy aplicada en las clases. Su madre narró que se levantaba diariamente a la cinco de la mañana a estudiar hasta la siete; hora en que empezaba a prepararse para estar en clase a las 8:00am. Su empeño por los estudios, le hacía mantener un promedio en calificación sobre los 90 puntos.
“Lo único que pido es que se me haga justicia. Yo tengo la fe y la esperanza de que así va a ser. El sueño de mi niña era ser profesional para hacerle ver su padre que no lo necesitaba”, indicó la madre.
Cuenta la señora Miriam que el día de la tragedia, Soranyi había mantenido un comportamiento inusual, pareciendo como que estaba despidiéndose. Le dijo que para el día de su cumpleaños, que era el día siguiente, quería ponerse un vestido blanco, similar al que usó el día de primera comunión; también le pedía a sus amiguitos cosas especificas como regalo de cumpleaños. Ese día se lo pasó en brazos de su madre y diciendo adiós a todo el que veía.
“Ese día me llamó mami; palabra que hacía tiempo no me decía”, explicó a Dominicashoy.com entre sollozos la madre de Soranyi.
La señora explicó que la adolescente siempre le decía que quería ser una gran profesional para ayudarla, ya que su madre había trabajado mucho para criarla, tras el abandono de su padre, que ni el día de su muerte se presentó a la casa.
De su lado, el jefe de la Policía Nacional, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, prometió resolver lo antes posible el caso y dar con los asesinos de la menor y del cabo de la Marina de Guerra, de quien sólo se conoce cuando el hecho vestía un chamaco negro y se transportaban en una motocicleta.
Los moradores del lugar narraron a este medio que a menudo se producen atracos por la falta de alumbrado en las vías.
“Yo pido a las autoridades a que no detenerse a hasta dar con los culpables del asesinato de mi hija, quien era mi todo; que nunca tuvo una cara amarga para mí y me hacia los mandados, porque yo estoy ciego”, expresó Leopoldo Daniel, padre de crianza de Soranyi.
