Bangkok (EFE).- Los manifestantes antigubernamentales pusieron hoy fin a más de una semana de ocupación del aeropuerto internacional Suvarnabhumi de Bangkok, que a las pocas horas recuperó parte de su actividad aérea.
El fin del bloqueo se produjo un día después de que el Tribunal Constitucional ordenara la disolución de tres formaciones de la coalición del Gobierno e inhabilitara al primer ministro, Somchai Wongsawat, y a 14 ministros tras declararlos culpables de fraude electoral durante los comicios celebrados en diciembre del pasado año.
El desmantelamiento del campamento, formado por tiendas de campañas, carpas, puestos de socorro y dotado de hornillos para cocinar, comenzó a primera hora de la mañana.
Los manifestantes emplearon decenas de camiones y furgonetas para las labores de recogida de los enseres, incluidos televisores portátiles y un completo sistema de megafonía que los líderes de la protesta emplearon para sus arengas.
También desaparecieron las bandas de música que hicieron más amena la ocupación y se desmantelaron los controles de seguridad instalados en los accesos a la terminal con la finalidad de impedir la infiltración de miembros de las fuerzas de seguridad.
En un acto protocolario, los líderes de la Alianza del Pueblo para la Democracia, organizadora de las protestas que han sumido Tailandia en una profunda crisis política, trasfirieron el control de la terminal de Suvarnabhumi al presidente de la Organización de la Autoridad Aeroportuaria, Vudhibhandhu Vichairatana.
Frente a un altar budista, Vichairatana se fundió en un abrazo y estrechó las manos de los líderes de la Alianza antigubernamental, mientras que los manifestantes, ataviados con camisetas amarillas, bailaban al son música tailandesa.
"Queremos dejar el aeropuerto muy limpio para preservar la buena imagen de la Alianza", afirmó uno de ellos.
Los dirigentes opositores han dejado, no obstante, una puerta abierta a la reanudación de las protestas si el próximo gobierno está también integrado por políticos del círculo del ex primer ministro Thaksin Shinawatra.
Shinawatra fue depuesto en septiembre de 2006 tras un golpe de estado y condenado en rebeldía a dos años de cárcel por un delito de abuso de poder.
Aunque las autoridades del aeropuerto de Suvarnabhumi anunciaron que los primeros vuelos se restablecerían el viernes, a mediodía de este miércoles aterrizó el primer avión comercial, fletado por la compañía Thai Airways y procedente de la turística isla de Phuket.
Otros vuelos de la aerolínea tailandesa despegaron horas más tarde hacia otros destinos de Australia, Europa y Asia.
Varias compañías aéreas, como Lufthansa o Cathay Pacific, tienen previsto reanudar sus servicios durante el próximo fin de semana, mientras otras aerolíneas han cancelado los vuelos que tenían previstos desde la base militar de U-Tapao, a unos 140 kilómetros al este de Bangkok.
La base fue habilitada la pasada semana para facilitar la salida de los cerca de 350.000 turistas que se habían quedado sin vuelo por el bloqueo de los dos aeropuertos capitalinos.
Antes de que llegara el primer vuelo, unos 700 soldados inspeccionaron el aeropuerto, al tiempo que los técnicos reiniciaban los sistemas informáticos y los dispositivos de seguridad.
La Alianza, organizadora de las protestas que comenzaron hace seis meses, anunció el martes el desbloqueo de los dos aeropuertos de Bangkok y su salida del palacio de Gobierno, que ocupaban desde el pasado agosto.
La Asociación Tailandesa de Agencias de Viajes estima que el cierre de los dos aeropuertos ocasionará a la industria pérdidas de hasta 200.000 millones de bat (5.648 millones de dólares o 4.378 millones de euros).
Suvarnabhumi, la cuarta terminal con mayor tráfico aéreo de Asia, funcionará con total normalidad en el plazo máximo de una semana una vez se hayan inspeccionado todos los sistemas, según sus responsables.
Por el moderno aeródromo, en cuya construcción se invirtieron 4.000 millones de dólares, pasan habitualmente a diario hasta más de 125.000 pasajeros y por sus pistas ruedan cada hora una media de 79 aviones.