Luego que los miembros de la Comisión Especial acogieron las recomendaciones hechas por FENTICOMMC y el diputado Juan Pablo Gómez, la iniciativa fue presentada al hemiciclo y en esa misma sesión resultó declarada de urgencia y aprobada por unanimidad por los legisladores presentes.
De esa manera, la Cámara Baja, con el concurso de todas las bancadas representadas en ese Cuerpo Legislativo, convirtió en realidad una de las patas del sueño anhelado por los trabajadores de la Construcción del país.
Al pasar al Senado de la República, la lucha de FENTICOMMC y sus dirigentes continuó a favor de cristalizar la meta que se habían propuesto en 1972 y allí realizaron las mismas gestiones con los legisladores de las diferentes fuerzas políticas de la nación, para conseguir un consenso que les permitiera aprobar la ley.
Desde el inicio de las discusiones del proyecto en la Cámara Alta se produjeron algunos inconvenientes que retrasaron su aprobación, por lo que fue necesario que la Comisión integrada por los dirigentes sindicales Eduardo Alexis, Luís Vargas, Luís Conde Guzmán y Ramón Guerra, establecieran contactos con el vocero reformista Francisco Ortega Canela y otros senadores, a fin de explicarles la importancia de la pieza y sus aportes a favor de la clase trabajadora en el sector de la Construcción.
El seguimiento al proyecto de Ley, que cursaba en el Senado de la República, además de buscar el respaldo de los legisladores de los diferentes bloques que integraban ese hemiciclo, incluía las reuniones diarias que se producían a las 5:00 de la tarde entre los miembros de la Comisión y el entonces Secretario General de FENTICOMMC, José Eugenio Ruiz, con el objetivo de impulsar el conocimiento de la iniciativa.
Uno de los principales inconvenientes que encontró la pieza se produjo con el Vicepresidente del Senado, ingeniero constructor Vicente Castillo, quien observó que el proyecto adolecía de algunas fallas y de contenido redaccional, lo que obligó a que se le introdujeran varias modificaciones de forma y de fondo.
En iguales términos se pronunció el vocero del bloque de Senadores del PRD, Noe Subervi, quien consideró que la iniciativa estaba plagada de lagunas que se hacían imprescindibles corregir para que fuera sancionada por la Cámara Alta.
Sin embargo, todos esos tropiezos fueron superados cuando los senadores de Hato Mayor y San Pedro de Macorís, Héctor Correa y Benjamín Constanzo propusieron que ante la desprotección en que se encontraban los trabajadores del sector de la Construcción del país, se hicieran todas las correcciones necesarias y se aprobara el proyecto para crear el instrumento social que les garantizara un retiro digno y seguro cuando no estuvieran en capacidad de seguir laborando.
De esa manera, la mayoría de los senadores del país se convencieron de la necesidad de aprobar el proyecto de ley que en principio surgió como una de las demandas reivindicativas de los trabajadores de la Construcción y que a pesar de los vaivenes y la oposición de algunos sectores, fue corregido, actualizado y bien ponderado por el Congreso Nacional, el cual lo aprobó en sus dos cámaras con todos los rigores que imponen los parlamentos a las leyes que son discutidas democráticamente por sus representantes.
Continuará.