El vicepresidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Tirso Mejía Ricart, advirtió este martes al ingeniero Miguel Vargas Maldonado, que de ser presidente de esa organización no podrá aspirar a la primera magistratura del Estado, porque los estatutos lo prohíben.
Mejía Ricart observó que Vargas Maldonado tiene todo el derecho de postularse a la presidencia del partido, y que nadie se lo puede impedir, aún cuando se considere que es contraproducente políticamente.
Entiende que esa aspiración puede desatar un conflicto a destiempo en momentos en que debe primar la unidad, la confirmación doctrinaria y la lucha frontal contra las prácticas despóticas y la indolencia del gobierno actual.
Señaló que sólo una modificación de los Estatutos del PRD puede permitir que un presidente de esa organización sea a la vez candidato presidencial.
Mejía Ricart indicó que esa prohibición no puede eliminarse por un enunciado constitucional genérico o por una ley de partidos políticos, pues los estatutos son la ley hacia dentro del partido.
Dijo que los Estatutos no niegan el derecho constitucional de aspirar a la Presidencia de la República, sino a ser postulado por el PRD, pues podría serlo por otra organización.
Señaló que lo que dicta el buen sentido es que haya un diálogo y búsqueda de concordia entre los dirigentes y militantes del PRD, para lograr un consenso, necesario para recuperar el poder en el 2012.
Agregó que ese proceso debe iniciarse con una reunión del “Presidium” y culminar con un congreso que defina el rumbo y estrategia a seguir.
El dirigente perredeísta indicó que las controversias que han surgido en el PRD son lamentables, ya que la imagen de partido unido, que surgió de las pasadas elecciones presidenciales, a pesar de la derrota, contrastaba con la de un gobierno envejecido prematuramente por la corrupción, el ultracentralismo, el afán continuista y el abandono de los servicios públicos.
En procura de una salida a los posibles conflictos que pueda generar la dirección del partido, Mejía Ricart, propone que se designe a la mayor brevedad la Comisión Organizadora de la Convención Nacional, de manera que en enero a más tardar se defina un Reglamento Orgánico, que establezca las comisiones locales y apruebe el padrón electoral, para que la convención pueda celebrarse en armonía y nadie tome ventajas.
Otra propuesta de Mejía Ricart, es que la Convención Ordinaria se una con la Extraordinaria y así se elijan las autoridades y los candidatos congresuales y municipales para el 2010 el mismo día.
Entiende que de esta forma el partido se ahorraría el trauma de dos convenciones en un solo año. Dijo que es tiempo de mayor coherencia partidaria, de prudencia hacia dentro y de oposición militante hacia fuera.
