El presidente de la Federación Nacional de Transporte la Nueva Opción (FENATRANO), Juan Hubieres y cuarenta y dos trabajadores del volante, tras más de 10 días en huelga de hambre, advirtieron que permanecerán en esa condición hasta que el gobierno atienda su demanda de otorgarles participación en las rutas alimentadoras del metro.
De los cuarenta y dos transportistas, doce están desde el pasado jueves 4, incluyendo a Hubieres y los restantes se sumaron recientemente. Según Ramón Soto, enfermero, la salud de algunos demandantes se mantiene estable, otros presentan deshidratación y tres fueron hospitalizados en la clínica Cruz Jiminián.
Hubieres indicó que la violencia en el país llegará a su máxima expresión, si el gobierno decide excluir de las rutas del metro a más de 6 mil choferes y cobradores que conchan desde la Feria hasta Villa Mella.
El dirigente del transporte alertó a los ricos para que se prepararen, ya que la lucha de los desempleados por conseguir la comida provocará un auge en la delincuencia, que será la justificación para que la Policía siga matando personas en “enfrentamientos de disparos”.
La huelga de hambre se desarrolla en el nuevo local de FENATRANO, ubicado en la avenida Hermanas Mirabal, Villa Mella, donde los transportistas permanecen acostados en colchones tirados en el suelo para evitar desmayarse.
A la protesta también se unieron las esposas y familiares de los demandantes, quienes realizan piquetes en la misma avenida, lo que provoca grandes taponamientos en las calles circundantes.
Una veintena de militares custodia el perímetro del local para impedir incidentes entre los huelguistas y las personas que transitan en sus vehículos.
En ese sentido, Hubieres calificó la presencia de los militares como un chantaje, y una actitud represiva del gobierno para atemorizar a los que se atreven a reclamar sus derechos. Aclaró que todavía no ha recibido ninguna propuesta del gobierno a pesar de que está dispuesto a llegar a un acuerdo para levantar la huelga.
Dentro de la huelga de hambre se encuentra la cobradora Tomasina Mota, madre soltera de cinco niños, quien tiene que mantener a su prole con ese trabajo en la ruta Yamasá -Feria.
Mota, quien tiene 8 días sin ingerir alimentos, dijo con voz temblorosa que no sabe qué será de su vida y las de sus hijos si queda sin empleo; al tiempo que pidió al gobierno solucionar el problema de las rutas alimentadoras.
Asimismo, el cobrador de la ruta Feria Villa Mella, Junior Guerrero, padre de un niño, dijo que seguirá en huelga de hambre hasta que sea garantizada la inclusión de los transportistas en la ruta del metro.
En las afueras del local, la consigna es:”nosotros no paramos si no participamos”.