Bogotá, (EFE).- La incursión militar colombiana contra un campamento de las FARC en suelo ecuatoriano generó una crisis sin precedentes en la región andina, con movilización de tropas y ruptura de relaciones incluida, que aún no ha sido superada.
La tensión entre Colombia, Ecuador y Venezuela generada por esa operación militar que dejó casi treinta muertes, entre ellos el número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Luis Edgar Devia, "Raúl Reyes", estuvo a punto de provocar el peor conflicto en Suramérica en los últimos años.
El pasado 3 de marzo, el Gobierno de Ecuador rompió relaciones diplomáticas con Colombia, mientras que el de Venezuela ordenó la expulsión del embajador y personal diplomático de la representación colombiana en Caracas y, por su parte, Colombia acusó al Gobierno venezolano de financiar presuntamente a la guerrilla de las FARC.
Sin embargo, después de nueve meses del bombardeo, los involucrados no han superado las tensiones, a pesar de la mediación de organismos como la OEA, la ONU, el Grupo de Río y el Centro Carter, que infructuosamente han tratado de acercar a las partes, en especial a Colombia y Ecuador, que siguen sin lazos diplomáticos.
Chávez llegó a amenazar con recortar el comercio con Colombia y nacionalizar a las empresas colombianas en Venezuela, sin embargo, las cámaras de comercio de ambos países indican que el intercambio comercial bilateral sigue siendo fluido.
Por el lado de Ecuador, algunos empresarios tanto colombianos como ecuatorianos señalaron, que aunque en un principio se creyó que el comercio se iba a ver afectado, los negocios siguen adelante.
Sin embargo, esa aparente normalidad en lo comercial no tiene parangón en el plano político, en donde constantemente, incluso antes del bombardeo al campamento de las FARC, ha habido divergencias.
Para el coordinador de proyectos del Instituto Friedrich Ebert en Colombia (Fescol), Miguel Eduardo Cárdenas, en la región "hay una tensión permanente que no se ha desatado porque cada uno de los Gobiernos involucrados tiene un as bajo la manga".
Cárdenas dijo a Efe que el "as" del presidente colombiano, Álvaro Uribe, son los computadores que se hallaron en el campamento de "Raúl Reyes" en los que existen archivos que presuntamente demuestran la relación del mandatario venezolano, Hugo Chávez, y el ecuatoriano, Rafael Correa, con las FARC.
Por el lado de Chávez, informes de fuentes de inteligencia venezolanas dicen que poseen pruebas de las relaciones del Gobierno de Uribe con las desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Y la carta de Correa es que, según las investigaciones de los ecuatorianos, la incursión, que en un principio Colombia dijo que había sido que fue una persecución en caliente, fue planeada y con ayuda de alguna "potencia extranjera", desde la base de Manta (Ecuador), operada por EE.UU. en virtud de un convenio que no va a ser renovado.
En ese sentido, algunos analistas consideran que la incursión militar no solo mostró la gran división regional, sino que dejó claro que cada Estado en América Latina tiene su propio juego.
Uribe mira al norte y es un aliado de la lucha antiterrorista, y Chávez y Correa miran al sur y quieren expandir el movimiento bolivariano, como contrapeso al imperialismo "yanqui".
En cuanto a las FARC, un enfrentamiento armado entre Colombia, Venezuela y Ecuador hubiese beneficiado a esa guerrilla en su expansión a otros países suramericanos, aunque, los últimos golpes del Gobierno de Uribe a este grupo insurgente han dejado casi nula esa posibilidad, señaló el politologo Carlos Hernández a Efe.
Sobre la posibilidad de que el conflicto diplomático llegue a agudizarse en algún momento, los expertos consideraron que "lo que no pasó, ya no va a pasar", y lo queda ahora es buscar los mecanismos para restablecer los lazos.
En ese sentido, se pronunció el canciller colombiano, Jaime Bermúdez, quien cree necesario establecer un mecanismo de coordinación fronterizo con Ecuador como paso previo para restablecer las relaciones.
"Una condición esencial sería que se defina un mecanismo de coordinación eficaz en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo en particular en la zona de frontera", señaló Bermúdez en una entrevista con Efe desde Ginebra.