Washington (EFE).- El presidente electo de EE.UU., Barack Obama, y los líderes del Congreso han comenzado a debatir los detalles de un plan de estímulo económico que podría sumar 850.000 millones de dólares en dos años, publicó hoy The Washington Post.
La cifra, equivalente al 6% del Producto Interior Bruto (PIB) de EE.UU., es mayor de la que se planteaban los demócratas con anterioridad y supera el plan de estímulo aprobado por el Congreso en octubre, de 700.000 millones de dólares.
Según el diario, el proyecto incluiría al menos 100.000 millones de dólares para los estados, que afrontan una caída de sus ingresos procedentes de los impuestos, y más de 350.000 millones para inversiones en infraestructura y energías alternativas.
La cifra entra dentro de lo recomendado por economistas como el premio Nobel Joseph Stiglitz, que había pedido hasta un billón de dólares para hacer frente a la crisis económica.
Los representantes del equipo de transición de Obama Jason Furman y Phil Schiliro se reunieron el jueves con personal del Congreso para presentar las líneas maestras del plan que el presidente electo tiene previsto proponer a los legisladores, explica el periódico.
Obama ha prometido que lo primero que hará cuando se convierta en presidente, el próximo 20 de enero, será aprobar un plan de estímulo económico contra la crisis que permita crear o conservar 2,5 millones de empleos y que fomente las infraestructuras y las fuentes alternativas de energía.
Sin embargo, el Post apunta que, dadas las dimensiones del plan, puede ser complicado conseguir la aprobación inmediata del Congreso.
Furman y Schiliro reconocieron en la reunión del jueves que el 30 de enero puede ser una fecha más realista para conseguir la aprobación del plan, explicó el diario.
Unas cifras demasiado elevadas podrían encontrar la oposición del sector demócrata en la Cámara de Representantes, conocido como los "Blue Dogs" ("Perros Azules"), de ideas conservadoras en el ámbito fiscal, además de los republicanos.
Obama ha asegurado que la aprobación de un plan de estímulo es imprescindible para dar un nuevo impulso a la economía y ayudar a las familias de clase media.
