Los nuevos Celtics superaron la marca de los 18 triunfos consecutivos que estableció el equipo de la temporada 1981-82, cuando jugaban Larry Bird, Robert Parish y Kevin McHale.
El alero Kevin Garnett y el base Rajon Rondo, con 18 puntos cada uno, encabezaron una lista de seis jugadores que anotaron en doble dígitos y dejaron a los Celtics (27-2), que es también el mejor comienzo de temporada en la historia de la NBA con 29 partidos disputados y sólo dos derrotas.
Junto a Garnett y Rondo, cada día más seguro de su condición de estar integrado por completo en el nivel de juego del "Big Three", el escolta Ray Allen aportó 16 puntos con seis rebotes y cuatro asistencias.
Mientras, los reservas, el alero Leon Powe y el base Eddie House, aportaron 15 y 13 puntos, respectivamente; el alero titular Paul Pierce llegó a los 10 y el pívot Kendrick Perkins pudo el dominio bajo los aros con 11 rebotes y dos recuperaciones de balón.
El dominio de los Celtics y su nueva exhibición permitió a sus seguidores gritar a coro la consigna de "¡Beat L.A!" ("Derrota a Los Ángeles"), en lo que puede ser la anticipación del partido estelar del Día de Navidad que se va a disputar en el Staples Center, frente a su eterno rival: los Lakers.
Los Lakers se cruzarán de nuevo en el camino de los Celtics cuando busquen el vigésimo triunfo consecutivo, que les permitiría superar al equipo de Los Ángeles de la temporada 1989-90 y empatar para la tercera mejor racha ganadora de la NBA.
La mejor está en poder de los Lakers de la temporada 1971-72 cuando lograron 33 triunfos consecutivos.
Los reservas Marreese Speights y Lou Williams aportaron 16 puntos cada uno para encabezar una lista de cinco jugadores que anotaron en doble dígitos con los Sixers (12-16), que perdieron el segundo partido consecutivo.
Williams aportó también ocho asistencias y el pívot Samuel Dalembert fue el mejor bajo los aros para los Sixers al capturar 13 rebotes, pero los Celtics superaron a su equipo por 40 a 38.