«Unos tres millones carecen de ingresos para adquirir la canasta básica»

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

Follow

Los alimentos que integran la canasta básica familiar como los cereales y sus derivados, las grasas comestibles, diferentes tipos de carnes, granos (habichuelas), plátanos, leche, espaguetis, huevos, vegetales, entre otros, concluyeron los meses de enero hasta agosto con una inflación de un 15% más que en 2007, que fue de un 10%.

En junio de 2008, para adquirir cualquier familia estos productos esenciales, tenía que disponer de RD16 mil, ya que los costos de dichos alimentos aumentaron, con una inflación de un 15%.

Sin embargo, durante los meses de septiembre a diciembre pasó de un 15% al 12%; o sea, que luego de la caída de los precios del petróleo y por ende de los combustibles y sus derivados, la tasa de deflación fue de un 3% menos con relación a los meses anteriores de ese mismo año.

Tras un crecimiento de un 15% más que el año anterior, entre los meses enero-septiembre, la inflación fue 12% más que en 2007, tal y como se reflejó al cierre de este año.

Según el último informe del Banco Central de la República Dominicana, el salario mínimo el pasado año quedó en unos RD$7,115, y el costo para adquirir los principales productos básicos fue de RD$16,000.00. En el año 2008, el salario mínimo se ha comportado en unos RD$7,400, y el precio de esos productos se incrementó en RD$18,000.00. Significativamente, el aumento de los alimentos redujo el salario de los empleados dominicanos.

El Banco Central entiende por canasta familiar básica el costo de una serie de productos de la dieta diaria que, aunque no son consumidos por igual por todas las familias, sirve como referencia para establecer el monto de un hogar dominicano compuesto, como mínimo, por cuatro miembros.
Ese monto aproximado no incluye productos y servicios vitales para la conservación de la vida, tales como el pago por consumo de energía eléctrica, comunicación, transporte, educación, vivienda, salud y farmacia, entre otros. Razón por la cual, al anexar el propio Banco Central el costo de estos últimos, señala que la canasta familiar básica se eleva a 37,624 pesos mensuales.

A continuación ofrecemos a nuestros lectores los totales de porcentajes de inflación en el costo de los alimentos suministrado por Federación Nacional de Comerciantes de la República Dominicana (FENACERD):

Cereales: cierran con una inflación del 15% más que en 2007.
Grasas comestibles: 15%
Granos, habichuelas:12%
Carnes pollo: 20%
Carnes Cerdo: 10%
Pan: 30%
Condimentos: 20%
Vegetales. Decrecieron en un: 30%
Para una inflación total de un: 12%

Otros aspectos a tener en cuenta

Los suelos y su fertilidad se integran como elemento fundamental en la producción de los productos que integran la canasta básica de cada familia dominicana.

En la República Dominicana se aplican métodos que propician la agricultura orgánica en pequeña escala, con bajo costo de insumos y alta productividad.

Resulta vital, sobre todo, para los agricultores campesinos producir más alimentos en menos espacio, con más calidad. Pero, todo ello sólo es posible si se conserva la fertilidad de los suelos.

Uno de los procedimientos empleados en la agricultura orgánica es el “Método Biointensivo”, utilizado en más de 130 países el cual contribuye a reducir la contaminación y el deterioro de los suelos que hayan sido dañados por elementos nocivos y contaminantes del medio ambiente.
También la deforestación ha afectado la producción de alimentos; algunos cultivos de ciclo corto han sufrido debido a los agudos aguaceros y tormentas tropicales, las cuales han intensificado la erosión los terrenos.

El riesgo de la desnutrición es uno de los aspectos que afecta al país. En declaraciones recientes a los medios de comunicación, el economista Pavel Isa Conteras, indicó “que la población dominicana de escasos recursos podría presentar riesgo de desnutrición, debido a que los productos alimentarios que consumen de la canasta básica son fundamentalmente importados y están a la expensa de los aumentos de precios internacionales generados por la crisis económica mundial”.

Señaló que esos productos representan el 40 por ciento del consumo de los más pobres y más del 30 por ciento de las calorías que consume, “es decir, que tenemos más del 30 por ciento de las calorías que consumen los más pobres bajo ataque por aumento en los precios internacionales de los alimentos”.

Para el economista Pavel Isa Contreras más de tres millones de personas en la República Dominicana no tienen suficiente ingreso para comprar una canasta de alimentos y servicios u otros bienes básicos que le permitan llevar una vida sana y activa, por lo que recomendó a las autoridades crear redes de protección social que eviten una reducción significativa en el nivel de consumo de alimentos.

Para nadie es un secreto que en la República Dominicana hay sectores muy vulnerables, tal y como han asegurado especialistas, porque en la población en general y, particularmente, en los niños de 0 a 5 años, una dieta reducida implica “un impacto irreversible en el desarrollo físico y mental”.

Isa Conteras y gran parte de los analistas dominicanos imputan el acrecentamiento de la demanda de los alimentos y de la producción, a la crisis actual en los precios de dicho consumo.

Asimismo, otros enfoques deben tenerse en cuenta para reflexionar en este sentido. Es el caso del representante de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en la región, José Graziano da Silva, quien considera que la alimentación y la eliminación del hambre, en definitiva, se puede reducir en América Latina y el Caribe.

En la Conferencia de la FAO, celebrada en Roma, fue aprobado un plan de acción de 42,6 millones de dólares que, según el funcionario, permitirá una "reforma con crecimiento" en los próximos tres años para enfrentar así los nuevos desafíos del hambre en general. Pero, los datos de la FAO muestran unos 51 millones de hambrientos en la región, “un retroceso en los avances logrados entre 1990 y 2005, cuando la población desnutrida había caído de 53 millones a 45 millones”.

Graziano da Silva concluye con una frase que debían asumir cuanto antes las autoridades en la República Dominicana: "En América Latina no faltan alimentos. Sobran. El tema es el acceso, pero con una política adecuada se puede afrontar con éxito".

América Latina y Caribe Sin Hambre, uno de los objetivos destinados a “la erradicación del hambre y a promover la seguridad alimentaría en la región, de acuerdo a los Objetivos de Desarrollo del Milenio”.

Quizás una de las enseñanzas más profundas de esta crisis alimentaría es la que sustenta el representante de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación: “reemplazar las importaciones agrícolas”. Lamentablemente, América Latina cambió su “tradicional posición de incentivar la agricultura propia por la compra de productos de fuera”. Es el caso de la República Dominicana.

El 70% de la tierra productiva del país está en manos de un pequeño grupo de terratenientes, empresarios agrícolas y trasnacionales, que no necesariamente la tienen produciendo. Unido esto a la que se dirige a la exportación y al 30% de las tierras secas o de montañas que no sirven para producir alimentos.

La carencia de políticas agrícolas estatales repercute negativamente, entre otros factores, en la canasta básica de la población.

DATOS DE PROCONSUMIDOR