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Honestidad hipócrita

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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“Hasta cuando abusaras Catilina de nuestra paciencia”. Cicerón

Vivo el deseo ardiente de presentar este título: Felicidad, Vigencia de Honestidad. No, no es posible, no la vivimos. Sencillamente, no aceptamos a los que están obrando mal; no invito a ser jueces ni verdugos, sino a actuar en y por el país; lo que pienso, lo escribo como una corrección fraterna, sobre todo para retomar el camino del bien y poder ser buenos y útiles a la sociedad.

La crisis es en todo. En la Cámara de Diputados acusan de soborno; pero, no dicen quienes lo reciben; ausencia absoluta de valor moral.

Siguen engavetados los expedientes de corrupción. Informan que fiscales no cumplen con la ley 82-79; ocultan sus nombres; bien merecen la cancelación y pensar que estos son los llamados defensores de la sociedad.

El señor Segura informa que la crisis energética se debe a la salida de doce plantas para su mantenimiento; la verdad es por falta de pago de una deuda millonaria.

¿Qué nos dicen estas calamidades sociales?

Entiendo que cuando los ojos de una persona expresan una cosa, su lengua otra y su corazón una tercera distinta, estamos ante una persona que no sirve para nada, ha cortado la comunicación con Dios y prevalece la vida exterior sobre su vida interior, de seguro las consecuencias son funestas.

Si nos cuestionamos con sinceridad, vemos que estamos en crisis por la ausencia de honestidad, la cual consiste en la investigación y conocimiento de la verdad, o en la conservación de la sociedad humana, en dar a cada uno lo que es suyo, en la grandeza y firmeza de ánimo excelso e invencible, o en el orden y medida de todo se dice y se hace, en qué se comprende la moderación y templanza.

Honesto es el único o el mayor bien. Además todo lo bueno es útil, luego viene a ser útil todo lo que es honesto. Los que miden las cosas por sus propios intereses y conveniencias y no quieren reconocer lo que pondera la honestidad, suelen comparar en sus deliberaciones lo honesto con lo que juzgan ellos por útil.

No estamos de acuerdo, jamás nos vamos a acostumbrar a los males sociales creados por políticos, debemos hacer que desaparezcan.

Tengo un sueño basado en que la honestidad no debe ser pura teoría, sino ante todo práctica. Ejerzamos la honestidad para un cambio:

– Ningún salario y pensión otorgada por el Estado e Instituciones autónomas será mayor que lo asignado al presidente y vice-presidente de la República.

– Los funcionarios públicos solamente devengaran el salario asignado, prohibiendo partidas adicionales.

– A ningún funcionario, ya sea elegido por el voto popular o nombrado por decreto, se le asignará una ONG. Se auditarán estas organizaciones sin fines de lucro y las que no correspondan a estos fines serán suspendidas.

– Regular y determinar los lugares para extraer grava para la construcción. Su venta será controlada por el departamento correspondiente; si el material esta en terrenos de propiedad privada, se pagará al Estado un impuesto por el usufructo de los mismos.

– El cumplimiento de la ley 82-79 será objeto de una auditoria para verificar su veracidad. El funcionario público que a las 48 horas de haber asumido las funciones no haya realizado la declaración, no podrá ejercer el cargo.

– Se dará fiel cumplimiento a la ley que crea la carrera administrativa.

– Revisar el sistema de educación para determinar las deficiencias en los centros educativos y por tanto en la preparación de los alumnos.

– Dar vigencia al reglamento de la ley de Emigración.

– Crear parque eólicos para la generación de energía alternativa.

– Desarrollar las investigaciones y la tecnología necesaria para la producción de Etanol.

– Comenzar la explotación del petróleo en Azua.

– Dar cumplimiento a la ley para que todas las playas sean de uso público.

– Determinar el negocio de la energía eléctrica para bajar el abusivo cobro por kilovatio.

– Suspender las asignaciones de fondos que hace la Junta Central Electoral a los partidos políticos.

– Crear recintos penitenciarios para menores de edad que sean escuelas vocacionales, donde aprendan un oficio o profesión.

– Verificar el salario de los maestros para que reciban emolumentos según su preparación y las horas de clases que imparten, así como una revisión a las pensiones que reciben.

– Suspender el negocio ilógico y abusivo de que cada año hay que comprar nuevos ediciones de libros de texto en la educación pública y privada.

– Prohibir definitivamente el porte de armas de fuego.

Esta es nuestra aspiración y podemos realizarla, porque cuando se sabe y se puede una cosa, se sabe y se puede también la cosa contraria.

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