Constanza (RD) (EFE).- Unos 200 agricultores españoles que llegaron a la República Dominicana en 1955 atraídos por una oferta del dictador Rafael L. Trujillo Molina (1930-1961) fueron engañados, según uno de ellos, ya que al régimen solo le interesaba que procrearan para "purificar" la raza.
Los españoles empezaron a llegar al país un año después de que Trujillo visitara España, donde quedó tan impresionado con los sistemas de explotaciones agrícolas, sobre todo de la Albufera de Valencia (este), que pidió al general Franco agricultores capaces de implantar dichos métodos en el país caribeño.
Trujillo aseguró que las tierras pasarían a ser propiedad de los cultivadores, promesa que se concretó 45 años después.
Sin embargo, Manuel González Chavalo, uno de los españoles atraídos por la propaganda, dijo a Efe que al llegar al país caribeño notaron que la realidad era otra.
De acuerdo con el inmigrante, el grupo de españoles se enteró a los pocos días de llegar que al régimen de Trujillo no le interesaba que trabajaran en la agricultura, sino que procrearan hijos para "refinar" y "purificar" la raza que supuestamente era amenazada por la inmigración masiva de haitianos a este territorio.
González narró que el grupo de españoles -120 hombres y 80 mujeres- estaba compuesto por jóvenes a los que gente de la dictadura pedía casarse entre ellos, es decir españoles con españolas.
El hombre, que nació y vivió parte de su juventud en Burgos (norte de España), recuerda que cuando él y otros compatriotas llegaron a Constanza (norte dominicano) un grupo de españoles ya habían emigrado con el apoyo de Trujillo y que muchas de las parejas ya habían tenido hijos.
El periodista dominicano Adolfo Paniagua explicó a Efe que Constanza, un montañoso municipio donde vive una amplia comunidad española "tiene una gran población de descendientes directos e indirectos de españoles".
Según el comunicador, "los naturales de Constanza se diferencian de los que han venido de otras partes a vivir a esta localidad por su físico bien parecido a los españoles".
González Chavalo, portavoz de la colonia española en Constanza, contó en sus declaraciones a Efe que cuando llegaron a este valle "era una verdadera selva, no tenía salida y la tierra estaba húmeda porque por debajo de su superficie corría mucha agua".
Sin embargo, dijo que aunque muchos de los españoles que llegaron con él en 1955 retornaron a su país decepcionados, otros, incluido él mismo, decidieron quedarse y se adaptaron porque, según contó, el clima era casi igual al del norte de España.
González Chavalo recuerda que en los primeros años de su llegada a este municipio, entre noviembre y marzo se sentían temperaturas por debajo de los cuatro grado.
"El frío no había quien lo aguantara, era necesario levantar fogata, pero aún así era imposible vencer la baja temperatura", dijo.