Jerusalén (EFE).- Al menos 35 palestinos han muerto y más de 140 han sido heridos desde que comenzó anoche la invasión israelí de Gaza, informaron fuentes médicas desde la franja.
Gran parte de los fallecidos desde anoche son civiles, "porque Israel está disparando contra las casas y los mercados", dijo a Efe en conversación telefónica desde Gaza Hasan Yalaf, viceministro de Sanidad de Hamás y director general del Hospital de Shifa.
La situación en el principal hospital de la franja palestina es "dramática", puesto que llevan más de 48 horas sin suministro eléctrico y no cuentan con medicamentos ni personal para hacer frente a la emergencia.
"Llevamos dos días funcionando con los generadores, que pueden parar en cualquier momento porque no tenemos reservas de combustible", dijo el viceministro. El hospital está "totalmente desbordado" y la situación que se vive hoy allí es "angustiosa", agregó.
Las fronteras con Israel están cerradas y el Estado judío ha informado de que no permitirá hoy el paso a los cargamentos de ayuda humanitaria con alimentos y medicinas.
"La comunidad internacional debe frenar la matanza de civiles", pidió Yalaf, que denunció que Israel "está violando todos los derechos humanos de los palestinos".
Las calles de Gaza capital están desiertas, con decenas de edificios destruidos por los bombardeos, entre los que destaca la sede en ruinas del Parlamento de Hamás. En la ciudad sólo se oye el sonido de los aviones israelíes y el fuego de explosiones y disparos de artillería.
En el antiguo asentamiento judío de Mitzarin, a unos tres kilómetros al sur de la capital, el Ejército israelí tiene unos 80 tanques, vehículos blindados y excavadoras, según informó el corresponsal de Efe en Gaza, que ha tenido que abandonar su vivienda en la capital para trasladarse a un lugar más seguro con su mujer y sus hijos.
La invasión israelí se inició anoche con miles de tropas de Infantería, Ingenieros, Artillería y tanques apoyados por la aviación, la marina y varias agencias de Inteligencia.
El número de víctimas de la operación "Plomo Fundido", que inició el Ejército israelí el pasado día 27, es de cerca de 500 muertos y 2.500 heridos.