Washington (EFE).- Los hispanos en EEUU sufren con fuerza la crisis, ya que el 30 por ciento afirma que su situación económica es mala, el 68 por ciento envía menos dinero a sus países y el 3 por ciento afronta una ejecución hipotecaria, informó hoy el Centro Pew.
En un estudio, el instituto afirma que la comunidad hispana, al igual que toda la población estadounidense, siente el golpe de la crisis con fuerza, de ahí que el 63 por ciento considera que las condiciones económicas en EEUU son malas.
Partiendo de este hecho, el Centro Pew indica que los latinos y la población general perciben de manera similar la actual situación económica en EEUU, pero la comunidad hispana pinta un panorama más ensombrecido respecto a su situación financiera personal.
En este contexto, el 30 por ciento de los hispanos considera que sus finanzas están en mal estado, frente al 21 por ciento de la población general que afirma lo mismo.
Solamente un 19 por ciento afirma que su situación es buena y únicamente el 4 por ciento la califica de excelente. La valoración de la situación económica personal varía entre los hispanos inmigrantes y los que han nacido en EEUU.
De hecho, el 34 por ciento de los inmigrantes afirma que sus condiciones financieras son malas frente al 25 por ciento de los hispanos que nacieron en este país.
Entre los que trabajan, el 23 por ciento afirma que su situación financiera es mala, comparado con el 39 por ciento de los desempleados que dice lo mismo.
El estudio revela que el 43 por ciento de los hispanos considera que el estado de sus finanzas ha empeorado en el último año, casi igual porcentaje (el 41 por ciento) ha percibido ningún cambio y solamente el 15 por ciento afirma haber notado una mejoría.
El efecto de la recesión se nota sobre todo en el mercado inmobiliario, cuyo derrumbamiento originó la crisis en EEUU, pues el 59 por ciento de los latinos afirma que ha habido ejecuciones hipotecarias en su comunidad durante el año pasado.
Prácticamente la mitad de los encuestados (el 49,5 por ciento) dice poseer una casa, pero uno de cada diez (el 9 por ciento) ha admitido que registra retrasos en el pago de las cuotas de sus hipotecas y el 3 por ciento ha recibido una notificación de embargo.
Entre los hispanos que alquilaban el año pasado una casa, el 5 por ciento dice que la vivienda en la que residían fue subastada.
En total, indica el Centro Pew, el 7 por ciento de los latinos ha experimentado o una ejecución hipotecaria el año pasado o se retrasó en el pago de las cuotas y corre el peligro de perder sus casas.
En este sentido, el 36 por ciento afirma que está algo o muy preocupado por la posibilidad de poder perder sus casas este año.
Los efectos de la crisis se perciben asimismo en el volumen de las remesas, ya que el 68 por ciento de los hispanos ha enviado en 2008 menos dinero a sus casas que un año antes.
El 22 por ciento ha mantenido la cantidad y el 10 por ciento ha enviado más dinero que en 2007, según el estudio. Entre aquellos que enviaron menos dinero a sus países, el 73 por ciento citó sus circunstancias financieras como razón.
En cuanto a los gastos de los hispanos, el 47 por ciento dice que ha aplazado o suspendido planes para comprarse un coche o hacer otra adquisición grande como resultado de la crisis económica.