Representantes del gobierno visitan los partidos políticos con el propósito de invitarlos formalmente a la cumbre propiciada por el presidente Leonel Fernández, y pautada para el día 28 de enero de 2009.
El Partido Revolucionario Dominicano (PRD), principal organización de oposición, decide esta semana su participación o no. Mientras que el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) asistirá e incluso, la considera oportuna para acoger el plan de nación, que sugiere Federico Antún Batlle.
Otras tantas convocatorias de este tipo, hechas por el presidente Fernández, en algo más de ocho años gobernando, se han quedado en documentos y palabras. Y sin temor a equivocarnos, en algún momento fueron utilizadas por las autoridades como tácticas dilatorias, ante la falta de soluciones a los problemas nacionales.
Aún así, entendemos que las llamadas “Fuerzas Vivas de la Nación, como ha dicho el presidente Fernández, deben darle una última oportunidad al mandatario y al gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), conscientes, ellos, de que la magnitud de la crisis no permite juegos ni trucos.
El gobierno del PLD está obligado a convocar todos los sectores nacionales y garantizar que después de largas sesiones de análisis y discusiones, no habrá engaños. Y que luego se hará única y exclusivamente lo convenido.
La República Dominicana necesita con urgencia una real solución a sus males, y como país, pese a todo, debe elaborarse la agenda de desarrollo a corto y largo plazo que nunca ha tenido, lejos de los intereses políticos y particulares.
Acudamos todos a la Cumbre, sin ningún tipo de predisposiciones, para consensuar ese plan de nación que pudiera ser a 20 años, pero que permita en lo inmediato hacer frente a la crisis global y superar sus efectos en el menor tiempo posible.