El incipiente liderazgo de Alfredo Pacheco se ha desplomado por completo, su carisma se ha venido abajo y su característico espíritu caritativo, como espuma, se ha diluido en el tiempo.
El cargo de director ejecutivo de la campaña de Miguel Vargas le quedó súper grande, teniendo que cargar con un fardo de cuestionamientos por parte de perredeístas que vieron al otrora hombre fuerte del barrio de Cristo Rey, dar golpes de “Miguelazos” a sus compañeros.
El ex presidente de la Cámara de Diputados y quien saliera por la puerta de atrás, cuestionado por amplios sectores de su propio partido por la cantidad de iniciativas y proyectos aprobados en favor del gobierno del doctor Leonel Fernández, quien en los finales de su gestión y hasta en horas de la madrugada aprobara varias piezas, siendo el más asqueante el de la “Isla Artificial”.
De Pacheco se dice que goza de una “gran admiración y aprecio” entre diputados de todos los partidos, cuenta con una nómina de empleo en la cámara baja y que la diputación que ostenta su esposa, la señora Digna Reynoso, es deo-dirigida desde la casa del político.
Algunos dirigentes perredeístas no logran explicarse cómo Pacheco pretende ser síndico de la capital, si es uno de los beneficiados de las prerrogativas y bondades de Roberto Salcedo, quien le paga por la recogida de basura en unos camioncitos que se dice son de su propiedad, los cuales recolectan desperdicios en una franja importante del Distrito Nacional.
Lo más lejos que tenían muchos dirigentes perredeistas era que Pacheco luego de decir en innúmeras ocasiones y de manera pública que apoyaba las aspiraciones del doctor Emmanuel Esquea a la presidencia del Partido Revolucionario Dominicano, que hasta llegó a preparar varios actos en su favor, de buenas a primera se destapara y como siervo adulón se arrodillara ante el proyecto de Miguel Vargas Maldonado, a sabiendas de que el ex candidato presidencial no puede aspirar a dos posiciones a la vez, porque los estatutos de esa organización lo prohíben.
Ahora Pacheco se encuentra con la daga en la garganta y contra la pared, porque aspira a dirigir al PRD en la capital, ser candidato a síndico y al mismo tiempo coordinar la campaña de Miguel Vargas.
El zigzagueo de Pacheco lo ha llevado a realizar una serie de llamadas telefónicas a dirigentes de diferentes regiones del Distrito Nacional, que van desde los presidentes, hasta los simples dirigentes zonales, a quienes con chantaje y sacaliñadera pasa factura y obliga a que apoyen las pretensiones de Miguel Vargas a la presidencia del PRD.