El bachatero Elinar Espinal, conocido como “El Chaval” dijo que el tema “dónde están esos amigos” está en primer lugar para los Premios Casandra, como indican las encuestas y sondeos de opinión.
Manifestó que esa aceptación se la debe al trabajo realizado junto a su manager Nelson López, durante todo el año y los logros son evidentes.
“Mis homólogos bachateros deben estar de acuerdo, ya que ningún otro tema duró ocho meses sonando en todo el país, no sólo en la capital o el Cibao.
El Chaval se considera más que bachatero un artista completo, que puede cantar bachata, merengue, son y hasta mariachi, “soy sonero, completo y sin cebolla”, dice comparándose con el tradicional sandwich del país.
El cantante está satisfecho de los logros obtenidos en el 2008 y subraya estuvo 36 semanas en la lista de los Billboard, ocupando siete veces el primer lugar en la categoría Tropical all play, 12 semanas en la categoría Album tropical y tres en la categoría Hot Latin Zone, donde sólo han entrado los dominicanos Juan Luis Guerra y el grupo Aventura.
En marzo, El Chaval recibirá un premio Ascap en Estados Unidos por el tema también de su autoría “Dónde están esos amigos” y para mediados de marzo tiene previsto lanzar al mercado su último disco, aún sin nombre, el cual incluye 11 canciones en la que canta como siempre al amor y al desamor.
El Chaval realizará una gira de un mes y cinco días por Estados Unidos y luego en mayo irá a Europa para presentarse en varias ciudades de España, Italia y Finlandia, entre otros.
Considera que la bachata en la actualidad es la música que representa la República Dominicana a nivel internacional, gracias a sus exponente y a que a diferencia de otros géneros criollos, el 80% de los temas que salen son inéditos y el 20% son de ballenatos y otros.
Sobre el sencillo “Donde están esos amigos” sostiene que el público aceptó su propuesta y que la muestra es que estará nominado a los Billboard por quedar en el lugar número seis en el top del año.
El bachatero considera que la vida del artista es difícil, por la presión y el stress que originan los viajes, que impiden dormir, porque “el reloj biológico se pone loco”, pero afirma que “es mejor estar arriba con presión y no abajo con depresión”.