SANTIAGO.- Un hombre alarmado y preocupado por el alto índice de los feminicidios que ocurren en el país, montó una protesta ensangrentado frente al edificio de la Gobernación de Santiago, pidiendo que ese tema se debatido y tratado en la Cumbre del próximo miércoles.
La protesta de Eduardo Vásquez de 40 años de edad, contó con el apoyo de grupos feministas del Cibao y llamó la atención de conductores, transeúntes e inclusive de la propia seguridad de la Gobernación y de los miembros de la Policía que fueron enviados al lugar.
Vásquez, residente en el sector de Bella Vista, al suroeste de Santiago, dijo que se siente indignado por la debilidad de la Justicia frente a los crímenes contra mujeres que ocurren en el país.
El hombre proclamando de que en el 2008, 185 fueron asesinadas por sus parejas y que en este mes de enero ya la estadística alcanzan las 19 víctimas, dijo que a eso hay que ponerle algún tipo de freno.
Vásquez expresó que muchos de los autores de los feminicidios reciben castigos débiles en los tribunales, lo que provoca que los casos en vez de disminuir sigan en aumento. En su opinión los crímenes en contra de mujeres, es uno de los principales problemas que afecta al país y reiteró que al ponerle freno.
Asimismo manifestó que los funcionarios públicos no resuelven nada ni mucho menos buscan una salida para enfrentar ese mal que deja huérfanos a decenas de niños y niñas y lleva el luto para siempre a muchos hogares dominicanos.
Eduardo Vásquez sostuvo que no descansará hasta que los hombres entiendan que las mujeres hay que cuidarlas y respetarlas, en vez de continuar maltratándolas y dijo que él es víctima de ese fenómeno porque en una ocasión un hombre le mató su mujer, la cual amaba con locura y que el homicida logró su libertad al poco tiempo de haber cometido el hecho.
“Antes de cometer un feminicidio, los hombres tienen que pensar que todos vinimos de las entrañas de una mujer, que nos dio cariño, amor, ternura y crianza, que tenemos hijas, hermanas, tías, sobrinas, vecinas y amigas a las que queremos y nos desearíamos que una de ellas se cuenten entre las víctimas:, insistió.
Sostuvo que si los hombres pensaran de esa manera, se arrepintieran antes de quitarle la vida a una fémina.
