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Papa Benedicto XVI perdona cuatro obispos

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Ciudad del Vaticano.- Veintiún años después de ser excomulgados, Benedicto XVI ha levantado esta sanción a los cuatro obispos consagrados por el fallecido arzobispo cismático Marcel Lefebvre en 1988, un primer paso para la unidad, pero que no supone todavía la plena comunión de los tradicionalistas con Roma.

El levantamiento de la excomunión, anunciado hoy por el Vaticano, ha sido ya criticado por grupos católicos progresistas, que denunciaron que los tradicionalistas siguen sin aceptar el Concilio Vaticano, y por la comunidad judía, debido a que uno de los obispos rehabilitados, el británico Richard Williamson, ha puesto en duda el holocausto judío.

Los otros tres obispos rehabilitados son Bernard Fellay, superior de la Fraternidad San Pío X, creada por Lefebvre; el español Alfonso de Gallareta y el francés Tissier de Mallerais. Los cuatro quedaron excomulgados automáticamente en 1988 tras ser ordenados por Lefebvre contra la voluntad de Juan Pablo II.

Lefebvre también fue excomulgado, así como el obispo brasileño ya fallecido De Castro Mayer, que participó en la ceremonia.

"La revocación de las excomuniones no supone todavía la plena unidad, pero es un importante paso", dijo el portavoz vaticano, Federico Lombardi, quien negó que el paso dado suponga "la muerte del Concilio Vaticano II o que haya sido traicionado".

"Más al contrario, ni muere ni es considerado ya como un elemento de división", aseguró el jesuita, quien precisó que para que haya plena unidad queda por definir la situación en la que quedarán los tradicionalistas dentro de la Iglesia.

Lombardi se distanció asimismo de las manifestaciones de Williamson, afirmando que el Vaticano "no comparte" el revisionismo hecho por el prelado sobre el holocausto judío.

Williamson dijo el pasado 21 de enero en una televisión sueca que "creía" que "no existieron las cámaras de gas" y que sólo unos 300.000 judíos "y no seis millones" murieron en los campos de concentración nazis, "pero ninguno gaseado".

Las reacciones no se hicieron esperar. El rabino jefe de Roma, Riccardo Di Segni, aseguró que la rehabilitación del prelado "abrirá una profunda herida en el diálogo católico-judío" y hoy el escritor judío Riccardo Calimani expresó su "estupor y dolor" por la decisión del Vaticano.

El Papa ha levantado la excomunión "tras un proceso de diálogo" y después de que los cuatro obispos enviaran una carta al Vaticano el pasado 15 de diciembre en la que expresaban el deseo de "permanecer católicos" y al "servicio" de la Iglesia de Roma y de "aceptar con ánimo filial" el magisterio del Papa.

Benedicto XVI, deseoso de cerrar la herida abierta con el cisma del siglo XX causado por Lefebvre, les ha dado "un margen de confianza", según dijeron a Efe fuentes vaticanas, que señalaron que ahora el Vaticano está a la espera de un "gesto" que se corresponda con la "generosidad" del Pontífice.

El prelado Fellay hizo público hoy un comunicado en el que expresó su "gratitud" al Papa y expresó su disponibilidad a proseguir los coloquios con la Santa Sede, con la esperanza -dijo- de que se reconozcan los derechos de la tradición católica.

Fellay, no obstante, en una carta enviada a sus seguidores, reiteró las "reservas" sobre el Concilio Vaticano II.

La negativa a reconocer el Vaticano II y la defensa a ultranza del rito preconciliar fueron las razones que llevaron al cisma a Marcel Lefebvre (1905-1991).

Lefebvre se opuso desde el primer momento a los vientos de renovación del Concilio, calificando de "destructivas" las reformas surgidas.

En 1976 fue suspendido "a divinis" por sus ordenaciones sacerdotales irregulares, pero a pesar de las amonestaciones de los papas Pablo VI y Juan Pablo II siguió ordenando.

La gota que colmó el vaso se produjo el 30 de junio de 1988, cuando ordenó a los cuatro obispos sin el permiso del Papa Wojtyla.

El cisma abierto "por la derecha" causó tristeza a Juan Pablo II, deseoso de cerrar esa "herida", así como a Benedicto XVI, por lo que en estos veinte años el Vaticano dio numerosos pasos para que los "lefebvrianos" volvieran al redil.

Entre ellos, en 2007, la recuperación de la misa en latín, en desuso desde que entró en vigor el Misal salido del Vaticano II.

Fellay rechazó en ese momento volver a la Iglesia Católica, pues antes -exigió- deberían levantarse las excomuniones.

La Fraternidad de San Pío X cuenta con cuatro obispos, 453 sacerdotes, 178 seminaristas, un centenar de religiosos, dos centenares de monjas y más de 200.000 fieles repartidos por todo el mundo, especialmente en Suiza, Francia, Argentina, EEUU, Alemania, Chile y Colombia. EFE

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