Madrid (EFE).- Los participantes en la reunión de alto nivel sobre Seguridad Alimentaria celebrada en Madrid acordaron hoy establecer un proceso para la creación de una Alianza Global contra el Hambre abierta a organizaciones de agricultores, a la sociedad civil, al sector privado y a los gobiernos de países en desarrollo.
Así consta en la Declaración de Madrid, que ha puesto punto final a la reunión de Naciones Unidas en la que representantes de 95 países, de ONGs y de organizaciones de productores han debatido durante dos días sobre la lucha contra el hambre y la pobreza.
Clausurada hoy por el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, los participantes en la cita destacaron que la nueva Alianza debe estar abierta a organizaciones de agricultores, de la sociedad civil, de mujeres, así como al sector privado, a los gobiernos de los países en desarrollo y a organizaciones internacionales.
Para ello establece la creación de un grupo de contacto representativo "capaz de rendir cuentas a los socios interesados" y que deberá también identificar los ejemplos de partenariado ya existentes.
La Declaración de Madrid reafirma que los Estados tienen la responsabilidad primaria de hacer los máximos esfuerzos por "asegurar y satisfacer" el derecho de disponer de alimentos, especialmente a niños, mujeres y otros grupos vulnerables.
Al mismo tiempo subraya la "inaceptable situación de inseguridad alimentaria global" que afecta a más de 960 millones de personas, así como la necesidad de incrementar los recursos financieros y la ayuda al desarrollo destinada a la nutrición.
El documento subraya que estas acciones "solo serán eficaces" si están lideradas por los gobiernos de los países afectados.
Defiende asimismo que no basta con el incremento de producción de alimentos sino que se deben desarrollar sistemas de protección social "eliminando todas las formas de subsidios que distorsionan la competencia" para desarrollar un comercio justo.
La Alianza ha obtenido en el plenario el apoyo del representante de la Unión Africana, Richard Mandawre, quien destacó que el liderazgo africano está comprometido en elaborar una nueva agenda en la que la agricultura será prioritaria.
En el plano opuesto se ha situado Henry Saragih, representante de la sociedad civil y perteneciente a la ONG Vía Campesina, quien rechazó la Alianza porque "coloca a las multinacionales en el centro de toma de decisiones en lugar de la ONU".