Diferente a otros tiempos, cuando los jugadores “se mataban” porque ir a la Serie del Caribe, el entusiasmo de este año ha sido muy pobre.
Pero lo más grave es que no sólo los jugadores de otros equipos se han mostrado muy fríos ante el llamado de los directivos del Licey, sino muchos del propio conjunto campeón.
Este año, diferente a otros tiempos, apenas decretado el último out y dando inicio a la celebración de los azules, muchos estelares del conjunto anunciaron que no irían a la Serie del Caribe.
Entre esos estelares figuran lanzadores claves como Ervin Santana, Ubaldo Jiménez, Daniel Cabrera y Carlos Mármol, así como el pimentoso jardinero Emilio Bonifacio.
Después de mucho batallar y de realizar cientos de llamadas telefónicas, la directiva del Licey al fin pudo integrar a Ricardo Nanita, Fernando Tatis y al lanzador Alfredo Simón.
También firmaron al cerrador Julio Mañón, quien salvó 16 partidos en la serie regular y seis en el round robin, quien llenaría el puesto dejado por Mármol.
