Un acuerdo entre los presidentes de los equipos Tigres del Licey y Gigantes del Cibao permitió que el cuarto partido de la Serie Final, pactado para el viernes 23 del corriente mes, fuese celebrado en el estadio Quisqueya en lugar de la sede que correspondía según el calendario oficial del Campeonato Nacional de Béisbol Profesional 2008-2009.
La aclaración fue hecha por el presidente de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana, doctor Leonardo Matos Berrido, quien dijo que fue decisión de los presidentes de ambos equipos celebrar el partido del pasado viernes 23 en el estadio Quisqueya, en lugar de la sede que correspondía en el calendario oficial de la Serie Final, el Julián Javier de San Francisco de Macorís.
Dijo que esa decisión fue avalada por el Presidente de la Liga al considerar atendibles las razones que de viva voz expresaron los presidentes de dichos equipos y otros directivos presentes el mismo jueves 22, luego del árbitro principal haber decretado forfeit a favor del equipo local.
El doctor Matos Berrido indicó mediante nota de prensa remitida a los medios de comunicación, que la decisión de suspender al jugador Félix Martínez por el resto de la Serie Final fue adoptada por él en uso de las responsabilidades que le imponen las reglas de béisbol, los estatutos de la Liga y su reglamento, con el propósito de evitar ulteriores incidentes de los que este jugador acostumbra protagonizar.
“La agresión a un árbitro es una de las faltas más graves que las reglas contemplan. Decidí suspender al jugador no solo como sanción al intento de agresión, sino como una manera de protegerlo al él y proteger la Serie Final por tratarse de un consuetudinario violador de las reglas”, expresó el doctor Matos Berrido.
El pasado jueves 22 el árbitro principal Jeff Macías declaró “forfeit” a favor de los Tigres del Licey por la posición asumida por el dirigente Luis Dorante y los jugadores del equipo Gigantes del Cibao de no presentarse al encuentro. Ante la situación los árbitros optaron por retirarse hasta el camerino otorgando un tiempo mayor al que las reglas conceden en estos casos, en interés de que cambiaran de actitud. Luego, tras regresar al terreno de juego, el dirigente Dorante ratificó al señor Macías y a sus auxiliares que el equipo no se presentaría al terreno por lo que fue decretado el forfeit.