Bogotá (EFE).- El presidente colombiano, Álvaro Uribe, dijo hoy que la entrega de cinco rehenes desde el domingo por parte de las FARC supone una esperanza para acabar con el flagelo del secuestro en el país.
"La patria tiene contrastes", expresó Uribe, al aludir de manera tácita al avance de la operación humanitaria que hoy llevó a la libertad a Alan Jara, ex gobernador del departamento del Meta, que estuvo más de siete años cautivo.
El gobernante se refirió a la puesta en libertad de Jara, dentro de un proceso que tuvo como primera fase la entrega de tres policías y un soldado secuestrados desde 2007 el pasado domingo, y que se completará el jueves con la liberación del ex diputado Sigifredo López, cautivo desde 2002.
Desde la ciudad caribeña de Santa Marta, Uribe expresó que en este acontecimiento hay un elemento común: "una gran alegría esperando que termine un secuestro y una gran alegría asistiendo aquí al nacimiento de una esperanza".
"Esta esperanza, en muy buena parte, nace porque la patria ha venido derrotando el terrible flagelo del secuestro", afirmó Uribe, para apuntar que Colombia pasó de tener 3.700 delitos de este tipo en 2000 a 194 ocho años después.
El presidente colombiano consideró que "la paz nace de una gran determinación de derrotar el terrorismo, con valores democráticos".
"La paz no nace de los coqueteos a los terroristas (…), del temor a los terroristas, lo que lleva a exaltarlos", enfatizó el presidente, para quien la pacificación tampoco surge de "permitirles a los terroristas que hagan teatro político y circo con sangre".