“Por sus hechos los conoceréis”
Los hombres desean dialogar, les urge detener el mal, buscar el bien que se deriva de la ciencia principal, la más fundamental de todas, la ciencia política que rige los Estados.
Estamos en un sistema en el cual la política no es nada buena, es corrupción, porque no recibe los principios fundamentales de la moral y menos procura seguirlos.
Cuando el Estado está subordinado a la moral, la sociedad vive el buen orden. La justicia rige la conducta del individuo y este se siente protegido, satisfecho.
Los dominicanos necesitamos edificar una vida justa respetando las leyes y exigir, estar vigilantes para evitar los excesos.
El mal se elimina actuando con firmeza contra los politicastros, esos inmorales que no respetan las leyes ni la Constitución; mal intencionados, actuando de manera poco clara, que se enriquecen, que nada les importa y los vemos protegidos por una impunidad que se les puede arrestar o acusar de sus acciones delictivas. Sí, están exentos de penas. Esto es uno de nuestros desafíos. Tenemos violaciones recientes que avalan los reclamos. Veamos algunos:
Los jueces de la Junta Central Electoral repiten la violación al artículo 102 de la Constitución, exceptuando a la doctora doña Aura Celeste Fernández. Incluyeron en su salario beneficios por gastos de representación, jornadas extraordinarias de trabajo y de combustible. Se elevan de RD$330 mil a RD$370 mil cada miembro. ¿Por qué el director de Prevención de la Corrupción Administrativa no investiga esas violaciones a la Constitución de la República?
En la Secretaría de Agricultura, el Departamento de Prevención de la Corrupción Administrativa investiga un ex funcionario que sobrevaluó el precio de 198,420 quintales de cebolla comprada a la Asociación de Productores de San Juan de la Maguana. Por este hecho fue cancelado el director regional agropecuario. La compra fue de RD$204 millones. ¿Será engavetado el expediente como tantos otros?
Por Puerto Plata se dicta medida de coerción contra el regidor Gabriel A. Mora por violación a la Ley 64-00 y la 202-04 sobre área protegida. Rellenó una laguna para supuestamente dividirla en parcela y venderla.
Por la Lotería Nacional retumban los tambores del desacato: RD$27 millones regalados a legisladores y políticos, para estos dar juguetes el Día de Reyes.
Violaciones a las leyes y la Constitución como un asunto rutinario, normal e inaceptable para los que viven conforme al pudor y la decencia o que no se oponen a las buenas costumbres. Y hay otros con poder que no conocen lo que es pudor y decencia. Estos últimos son los protegidos por la impunidad.
La historia de la humanidad, gran maestra, relata que se vive entre el bien y el mal. Que el hombre es el gran enemigo del hombre, creador de todos los males.
Nos están encadenando los que viven sin leyes; esos espíritus perversos. Necesitamos almas superiores, que se conozcan a sí mismo, que sus buenas acciones difundan paz y bienestar.
Lo primero que deben aprender estos malos dominicanos es que su misión es servir y no servirse con excesos inmorales. Han olvidado o ignoran que el bienestar del pueblo es la ley natural; la más importante, la Suprema.
Ahora, cuando escribía me dormí y soñé que la vida es armonía, belleza, gobernada por la nobleza de la justicia. Desperté y vi que era cierto: Una acción de la razón, una acción moral que nos une a Dios ¿y ustedes, politicastro? ¡Ah nosotros muy bien, en la carroza de la iliberalidad que nos lleva a adquirir ganancia cualquiera que sea su origen, nos acompaña el desorden, la falta de respecto a nosotros mismos, el amor a los excesos. Así desobedecemos las leyes, ignoramos la honestidad, fallamos a los compromisos como seres solitarios en la República Dominicana. Amable lector, esta es la pobreza del llamado político cegado por la avaricia insaciable, creador de males sociales.
Por todos estos males no son políticos. Sus acciones le dan el título de politicastro.
