El embajador Radhamés Batista planteó que la única solución a las inundaciones provocadas por el Lago Enriquillo y la Laguna Cabral, las cuales son alimentadas por el Yaque del Sur, es la construcción de la presa de Monte Grande.
Explicó que el problema no está en el dragado del río Yaque, que siempre será pequeño en su cauce para resistir los desagües de la presa de Sabana Yegua, ni tampoco la reparación de la compuerta del Canal Trujillo, que nunca resistirán el empuje del Yaque, sino la construcción de esta obra de infraestructura hidráulica.
"Podrá alegarse en estos momentos de crisis económica el alto costo de la presa, pero mucho más costoso y traumático ha sido y será la no construcción de la misma", expuso el embajador Batista.
"Yo no estoy de acuerdo con parches, que ha sido lo que se ha venido haciendo para soluciones a corto plazo y de emergencia. Entiendo que toda la comunidad afectada de la Hoya del Lago Enriquillo debe tomar conciencia de su gran problema, que es la falta de una presa reguladora que derive los excesos por un canal de desagüe al puerto Alejandro, en la Bahía de Neyba", estimó.
Agregó que esta alternativa la contempla la presa Monte Grande, la cual solucionará definitiva un problema recurrente que siempre se ha enfrentado cuando llegan sus efectos, pero jamás en su prevención.
Estimó que no se debe atacar al Instituto Dominicano de Recursos Hidráulicos (INDRHI) en la búsqueda de soluciones mínimas, sino levantar un gran clamor regional para que el Congreso Nacional apruebe el préstamo para la presa de Monte Grande, la cual es la única solución a un problema que hoy llega a Jimaní.
Añadió que el Lago Enriquillo ha tomado todos los predios de producción agrícola y ganadera por los desagües de Sabana Yegua, a través del río Yaque del Sur.
