La Asociación Dominicana de Administradoras de Riesgos de Salud (ADARS) favoreció postergar la modificación de la Ley 87-01, sobre Seguridad Social, en el entendido de que el Seguro Familiar de Salud del Régimen Contributivo tiene apenas 17 meses de ejecución.
De acuerdo con José Manuel Vargas, presidente ejecutivo de la ADARS, es necesario que el sistema alcance “cierto grado de madurez”, en vista de que la propia legislación establece un período de gradualidad para su puesta en marcha.
En otro orden, Vargas destacó que lo importante en términos de la prestación del servicio en el SFS del Régimen Contributivo no es quiénes manejen la mayor cantidad de afiliados, sino la eficiencia del servicio que se preste, al tiempo de desmentir que solo tres ARS concentran el 90% de los afiliados, como señalara el presidente de la Asociación Nacional de Dueños de Clínicas y Hospitales Privados (ANDECLIP), Rafael Mena.
Señaló que, no obstante, el sistema prevé el antídoto contra el monopolio, al permitirle a los afiliados seleccionar la ARS de su preferencia, con la puesta en marcha desde septiembre del año pasado de la libre elección, derecho que han ejercido hasta la fecha más de cien mil asegurados.
Del mismo modo, Vargas manifestó que la ADARS aboga porque los prestadores de servicios, fundamentalmente, las clínicas y los médicos, disminuyan el monto de los copagos que cobran a los afiliados que utilizan sus servicios. “Este cobro de diferencias representa un golpe fuerte para los afiliados que no debe permitirse en el Seguro Familiar de Salud”, precisó.
Dijo que la asociación favorece, igualmente, que se preserve el tripartismo en el Consejo Nacional de la Seguridad Social, tras considerar que ese mecanismo garantiza un equilibrio en las decisiones que se toman a lo interno de ese organismo.
Sobre las recientes denuncias de comercialización de medicamentos falsificados, la ADARS se une a las voces que piden a las autoridades actuar de manera drástica frente a quienes incurren en esta violación, y sostiene que es una muestra más de que es necesario regular, no solo a las ARS, sino a todos los actores del sistema.
